Beretta 92, H&K USP Compact, Star 28 PK… son algunas de las pistolas del arsenal de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Desde 2007, 256 armas reglamentarias de Guardia Civil y Policía Nacional, entre las que se incluyen estos modelos, han sido perdidas o robadas, según respondieron a solicitudes de información de Civio. Casi dos tercios, 159, corresponden solo a la Benemérita.

Los cuerpos autonómicos independientes notificaron menos casos: los Mossos d’Esquadra, 6 armas; la Ertzaintza abrió 12 expedientes por pérdida de armamento, entre escopetas y armas cortas; la Policía Foral de Navarra y el Cuerpo General de la Policía Canaria, por su parte, aseguran que no han tenido bajas en su arsenal ni han abierto expedientes sancionadores a sus agentes por estos motivos.

Guardia Civil, 159 armas perdidas

El instituto armado cuenta con más de 192.000 armas, entre revólveres, fusiles de asalto, escopetas y lanzagranadas. De todas ellas, han perdido, en diez años, 159, de las que no detallan su tipo. Y es que, según informa la Dirección General de la Guardia Civil, “no existe un registro centralizado” de los posibles expedientes disciplinarios por pérdidas o daños en el equipamiento y vehículos policiales, entre otros motivos. Estas investigaciones, con todos sus detalles, “se encuentran archivadas en papel [y] dispersas entre las distintas unidades desplegadas por todo el territorio nacional”.

Las unidades provinciales en las que se ha notificado un mayor número de armas de fuego perdidas, sustraídas o robadas son Madrid (20), Vizcaya (13) y Barcelona (8). Por su parte, Asuntos Generales, servicio que pertenece a la Jefatura de Asistencia al Personal y que realiza trámites de apoyo al área de recursos humanos de la Guardia Civil, notifica 13 casos, lo que le coloca en segunda posición en armas perdidas de todas las unidades del instituto armado. El servicio destinado a la protección de la Casa Real reportó también 4 armas perdidas.

Las informaciones verbales instruidas pueden dar lugar, llegado el caso, a expedientes disciplinarios, administrativos o de resarcimiento. Pero la Guardia Civil tampoco informa sobre agentes sancionados, de forma específica, por pérdida de armas. Y es que su régimen disciplinario solo habla de pérdida, extravío, sustracción o deterioro de “locales, material o demás elementos relacionados con el servicio”.

Policía Nacional, 97 armas perdidas

La Policía Nacional cuenta con un arsenal ligeramente menor que sus colegas de la Guardia Civil: casi 164.000, entre armas largas y cortas. En los últimos 10 años, se extraviaron o fueron robadas 70 pistolas H&K, 20 Star 28 PK y otras 7 pistolas y revólveres de la armera Astra. Mientras que el primer modelo es el arma reglamentaria actual, los modelos de Star y Astra son, casi, de colección, ya que estos fabricantes de armas de Eibar cerraron en 1997. Según fuentes policiales, entre los agentes más veteranos es más común encontrar pistolas y revólveres de estas dos armeras. Además, señalan que la vida útil de estas herramientas policiales depende de su mantenimiento, las modificaciones necesarias para su reutilización y su uso, ya que “no es lo mismo la frecuencia de disparos de armas de tiro deportivo o de unidades de élite, mayor por su uso en entrenamientos o ejercicios, que las de muchos agentes que, por suerte, no tienen que utilizarlas”.

Por la pérdida de estas 97 armas, 58 funcionarios fueron expedientados. El reglamento de la Policía Nacional, en este caso, sí es preciso y diferencia entre sanciones leves –que acarrean hasta cuatro días de suspensión– y graves –de cinco días a tres meses– según el grado de negligencia de los agentes. De los 58 amonestados, 16 fueron por sanciones graves, aunque las suspensiones de empleo que conllevan estas sanciones en ningún caso han superado el mes y medio. Según fuentes policiales, estas investigaciones derivan en expedientes disciplinarios “en función de las circunstancias” por lo que “no todos los casos son sancionables”, como el robo de las armas cuando están debidamente guardadas en dependencias policiales. Algo de lo que informó, por ejemplo, Europa Press en 2016, cuando tres pistolas fueron robadas en las taquillas de una comisaría de Córdoba.

Ertzaintza, 12 armas perdidas

Además de dar más información, los Ertzainas, la agentes de la policía vasca, se rigen bajo un reglamento más severo que los cuerpos policiales de ámbito estatal ante la pérdida de su armamento, que establece dos sanciones: grave –traslado o suspensión de funciones de cinco días a dos años– o muy grave –separación del servicio o suspensión de dos años y un día a cuatro años–, según el grado de responsabilidad. Según el cuerpo policial, 12 agentes han perdido sus revólveres, pistolas o escopetas reglamentarias desde 2007.

Cuatro Ertzainas arrancaron el coche patrulla con sus escopetas olvidadas en el techo

La única infracción muy grave fue a un agente que, fuera de servicio y en estado de embriaguez, efectuó un disparo y arrojó su arma corta entre unos contenedores. Fue recogida por un operario de limpieza, que la entregó en comisaría. Todas las armas, excepto una, fueron recuperadas –en su mayoría gracias a ciudadanos que las llevaron a comisaría–, aunque no todas regresaron en perfecto estado.

Destacan las sanciones a agentes que olvidaron sus escopetas reglamentarias sobre el techo del coche patrulla, desde donde cayeron al suelo al iniciar la marcha. Salvo una falta leve prescrita, que coincide con la única arma no recuperada, la Ertzaintza sancionó a sus agentes en todos los casos.

Mossos, 6 armas perdidas

En 2017, un agente destinado en la comisaría de La Bisbal, en el Baix Empordà, denunció el robo de su pistola reglamentaria en su domicilio en Girona. Según los Mossos d’Esquadra, se podría enfrentar a un procedimiento sancionador por este motivo.

La pistola reglamentaria de un agente destinado en Cerdanya, Girona, fue sustraída en un local de ocio de Barcelona en 2009

Otras cuatro armas fueron sustraídas en la ciudad de Barcelona, aunque dos de ellas estaban asignadas a agentes destinados en otras regiones: uno la perdió en la vía pública y otro en un local de ocio de la capital catalana.

En total, el balance para los Mossos es de cinco armas sustraídas y una robada. De momento, no ha habido ninguna sanción por este motivo. Y eso que el régimen disciplinario de la Policía de la Generalitat es igual de severo en su clasificación que el de la Ertzaintza, aunque establece una serie de atenuantes que pueden restar toda la responsabilidad a sus agentes.

¿Y qué pasa con las armas del Ejército?

Información secreta. Las directivas de clasificación de las Juntas de los Jefes de Estado Mayor –las máximas autoridades militares– no permiten acceder a información detallada de las armas perdidas por los militares españoles, tanto en territorio nacional como en zona de operaciones. Aunque, eso sí, el Estado Mayor del Ejército reconoce que en la última década han sido perdidas, sustraídas o robadas 22 armas de fuego, sin explicar el tipo. Tampoco hay información de las consecuencias para los responsables, ya que un acuerdo del Consejo de Ministros de 1986 clasifica como reservadas las sanciones del personal militar.

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