El BOE de hoy recoge un extracto de resolución que amplía un mes el plazo para que quienes cumplan 18 este año puedan pedir el bono cultural joven, el cheque de 400 euros para gastar en cultura. Así, la fecha límite inicial, este sábado 30 de septiembre, se retrasa al 31 de octubre. Aquí puedes consultar en qué se puede gastar.

El pasado dos de agosto, mes y medio después de que se abriera el plazo para solicitarlo, el Ministerio de Cultura y Deporte celebraba que más de 170.000 jóvenes lo hubiera hecho, pese a que se trataba de solo un 35% de los posibles beneficiarios.

No es la primera vez que esto pasa. El año pasado, cuando se estrenó la iniciativa, también se amplió 15 días ese plazo. Además, ante la falta de solicitudes y sobre la bocina, se simplificó el sistema de identificación para poder pedirlo online y, además, se permitió hacerlo de forma presencial en las oficinas de Correos. Por entonces, el ministro Miquel Iceta dijo: “Hemos hecho varias cosas que han ido aligerando el procedimiento. Hemos pasado de la clave avanzada a la simple, para facilitar la identificación, hemos ampliado el periodo de adhesión y abrimos la posibilidad de gestión presencial”.

Pese a todos estos esfuerzos de última hora, la ayuda llegó a 277.594 jóvenes, poco más de la mitad de los que podían recibirlo, según los últimos datos del Ministerio.

“De la experiencia de este año hemos de aprender rápidamente porque al año queremos volver a ponerlo en marcha. Y hoy tenemos ya el objetivo de superar esa cifra”, dijo Iceta el año pasado. Pero lo cierto es que este año, aunque ya con identificación electrónica algo más sencilla, tampoco se ha permitido su gestión de forma presencial, solo online. Al menos de momento.

Burocracia digital obligatoria

La ley establece que, por regla general, cada ciudadano puede elegir realizar un trámite con las administraciones públicas online o en persona, lo que prefiera, y no se le puede obligar a hacerlo por internet. Pero esa norma tiene excepciones. Sí están obligados a realizar sus trámites online las empresas u otras entidades, también los profesionales colegiados como notarios y registradores, o los empleados públicos. Además, las administraciones pueden obligar a que en un determinado proceso y para ciertos colectivos el trámite sea, sí o sí, digital. Pero, para hacerlo, tienen que tener en cuenta “su capacidad económica, técnica, dedicación profesional u otros motivos” para que “quede acreditado que tienen acceso y disponibilidad de los medios electrónicos necesarios”.

El año pasado, cuando esta ayuda se puso en marcha, desde Civio preguntamos al Ministerio de Cultura y Deporte por este caso: queríamos saber cómo habían valorado que todas las personas de 18 años tenían los medios para tramitarlo así y si había alternativas presenciales.

La respuesta, que llegó tarde porque alegaron que era una solicitud de información compleja y/o voluminosa, fue que “la cobertura digital del territorio es prácticamente íntegra” y que “los jóvenes están habituados a trabajar con equipos telemáticos en sus centros docentes y a conectarse a las redes sociales o acceder a contenidos online en su vida cotidiana. La denominación generacional de nativos digitales está acuñada desde los años noventa del siglo pasado y es de plena aplicación a los jóvenes nacidos en 2004”.

Esa respuesta, que llegó en julio del año pasado, aseguraba que no había alternativas presenciales porque, venía a decir, no hacía falta: se les llama nativos digitales por algo. Pero el tiempo acabó por corregirles hasta el punto de verse obligados, ante las pocas solicitudes presentadas, a simplificar el proceso y llegar a permitir la gestión presencial a última hora. Este año, por el momento, ya han tenido que ampliar el plazo.

Buenos días.

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