Así es el bono cultural joven en 2023
Este año excluye de forma específica la compra de artesanía, obra plástica y gráfica; e incluye, tras una sentencia del Supremo que le obligó, las entradas a los toros.
El BOE de hoy recoge un decreto que marca las reglas para el bono cultural joven 2023, la ayuda de 400 euros para gastar en cultura destinada a quienes cumplan 18 este año. En cuanto se convoque esta nueva edición, todas esas personas podrán pedir su tarjeta de prepago a través de un sistema online, como en la edición del año pasado.
Las entidades -tiendas de productos culturales, salas, museos, plataformas online de contenidos…- ya adheridas en 2022 mantendrán esa condición si no renuncian de forma explícita. Y se podrán sumar otras nuevas. El presupuesto para este año es el mismo que en 2022: un máximo de 210 millones de euros.
De hecho, el bono cultural joven de 2023 es muy similar al del año anterior, cuando se implantó por primera vez. Con algunos matices. Siguen siendo un total de 400 euros máximos a gastar en cultura divididos en tres categorías: hasta 100 euros para la compra de productos culturales como libros, películas, discos o videojuegos (que sigue sin poder ser a domicilio, solo en tienda); otros 100 para suscripciones a plataformas de contenidos o periódicos (con un límite de 4 meses); y la categoría más cuantiosa: hasta 200 euros para espectáculos, cine, conciertos, festivales, museos y, como novedad en esta convocatoria, toros. Y es que el Tribunal Supremo anuló la exclusión de los espectáculos taurinos en la convocatoria de 2022 tras un recurso de la Fundación toro de lidia y el Gobierno los ha incluido, de forma explícita, en este decreto.
Siguen quedando fuera, eso sí, materiales de papelería, hardware y software, material artístico, instrumentos, moda, gastronomía y entradas a eventos deportivos. La novedad es que este año se excluyen también de forma específica: la compra de artesanía, obra plástica y gráfica; y los cursos, talleres y seminarios.
Sí se admiten cambios, pero solo se permitirán devoluciones en caso de que se cancele el producto o servicio (por ejemplo, si se anula un concierto). Y nunca en dinero: la cantidad se devolverá a la tarjeta prepago.
Las condiciones para obtenerlo son las mismas: cumplir 18 años en 2023 y tener nacionalidad o residencia española. Este segundo requisito no será necesario para solicitantes de asilo y protección, como el año pasado, pero tampoco (y esto es nuevo) para jóvenes tutelados que estén en trámite de obtener el permiso de residencia.
Otra novedad con respecto al 2022 es que la administración se da a sí misma más tiempo para resolver las solicitudes. Así, si antes la respuesta a quien lo pidiera no podía tardar más de tres meses, ahora se puede alargar hasta seis. Eso sí: el plazo de un año para gastarlo cuenta desde que se concede.
Este plazo extra para resolver contrasta con el hecho de que, en la anterior edición, poco más de la mitad de los posibles beneficiarios pidieron la ayuda. Y eso que, en los últimos días de la convocatoria, el proceso se simplificó de urgencia. Y permitieron tramitarlo de forma presencial en las oficinas de Correos.
Todo el proceso online porque es para ‘nativos digitales’
Pese a esos problemas, el decreto publicado hoy insiste: la tramitación es electrónica de forma obligatoria, para todos, en todas las fases del proceso (con la excepción de que, si no cuentan con móviles preparados para tarjetas virtuales, pueden solicitar una física). Y lo justifica así en el texto: “De las consultas realizadas con organismos competentes en materia de juventud sobre las características del colectivo al que van dirigidas estas ayudas, se concluye que se trata de personas jóvenes que realizan un uso intensivo de las tecnologías y de actividades en línea (nativos digitales)”.
Es el mismo argumento que usó el Ministerio de Cultura ante una solicitud de información de Civio que le reclamaba los argumentos utilizados para concluir que todas las personas que cumplían 18 años tenían acceso a la tecnología y los conocimientos para la tramitación online. Aun así, tuvo que permitir la posibilidad de pedirlo de forma presencial en Correos para permitir que más personas pudieran solicitarlo.
Como en 2022, el cobro de estos 400 euros no computa como ingresos a la hora de calcular becas y otras ayudas públicas. Eso sí, el decreto de este año incluye por primera vez de forma específica que sí tributa para la declaración de la renta.
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