Impacto
Nuestro impacto y el de nuestros donantes
Civio ha supuesto un antes y un después para la transparencia y para el acceso a la información en España. La prueba son los avances reales, el impacto positivo para toda la sociedad, que estamos logrando desde 2012 con nuestra forma de hacer periodismo e incidencia.
Ante todo, somos servicio público. Esto es lo que hacemos posible -y cómo, paso a paso- con el empuje imprescindible de nuestros socios y socias.
-
Hacemos más difícil la corrupción y el mal uso de contratos públicos
Los casos más graves de corrupción de los últimos años están vinculados a la contratación pública, y no es casualidad. El proceso completo de un contrato nunca ha sido transparente, y nadie lo vigilaba sistemáticamente para detectar irregularidades. Pero, en 2017, nuestras investigaciones sobre contratos públicos saltaron de los titulares al Congreso. De sacar a la luz abusos a cambiar la ley.
-
Vigilancia diaria
Desde 2013 escrutamos el BOE y otras fuentes para informar sobre nuevos contratos públicos, conocer a fondo su funcionamiento y comprender el origen de las irregularidades. Por ejemplo, en la adjudicación de campañas de publicidad institucional que esquivaban la ley.
-
Investigando a fondo
En 2016 presentamos Quién cobra la obra, la primera gran radiografía de los contratos de obra pública en España. Más de 8.000 adjudicaciones de obra pública -por unos 39 millones de euros- analizadas para saber qué empresas se los llevaban, cómo y qué factores podían entrañar riesgos de corrupción. Comprobamos que información esencial para vigilar abusos nunca llegaba al conocimiento público.
Ese sería el germen de otras investigaciones que vendrían después. De aquella sobre los contratos menores y el conocido fraccionamiento o troceo para adjudicar expedientes a dedo a la más reciente sobre el uso de los contratos de emergencia en pandemia. Seguro que no te imaginabas que, al amparo de la emergencia sanitaria, se compraban camellos para la cabalgata de Reyes o pistolas taser. Hasta que lo demostramos, nosotros tampoco.
-
Servicio público
En los meses posteriores, abrimos decenas de bases de datos al uso colectivo. Como esta de adjudicaciones sospechosas de haber sido fraccionadas. Y, créenos, se usan. También compartimos datos y métodos de análisis con agencias anticorrupción, ya que sus recursos nunca son suficientes para el gran reto que tienen por delante. Y durante meses reunimos a expertos, responsables públicos, colectivos de la sociedad civil y ciudadanía para aprender sobre cómo mejorar la contratación pública en España. Todo lo aprendido, que fue mucho, es público.
-
Influencia (es decir, lobby)
Pero de poco sirve denunciar malas prácticas si no contribuimos a evitarlas. Y en 2017 el momento era clave: España debía adaptar su contratación pública a las normas europeas, así que cogimos todo lo aprendido, le dimos forma de recomendaciones y de enmiendas muy concretas, y acudimos al Congreso de los Diputados. Nuestro objetivo: elevar las obligaciones de transparencia y de prevención de la corrupción en el nuevo texto.
Entre 2016 y 2017 mantuvimos cinco reuniones, y una videoconferencia, con los principales partidos con representación parlamentaria. Y, como para exigir transparencia hay que predicar con el ejemplo, tanto las fechas como quiénes asistieron a estos encuentros y los documentos que intercambiamos son públicos en nuestro propio registro de reuniones.
-
Impacto
El esfuerzo tuvo premio: varias de nuestras propuestas se convirtieron primero en enmiendas para ser debatidas, y después en ley.
La nueva norma incluyó artículos escritos por Civio de puño y letra, sacados directamente de las enmiendas que sugerimos a los partidos meses antes. El más importante: que todo el proceso de un contrato -de los estudios previos a las modificaciones, ejecución y más- tenga que ser más transparente. También se creó un organismo de vigilancia anticorrupción -la actual Oficina Independiente de Regulación y Supervisión de la Contratación (OIRESCON)-, aunque sin toda la independencia y recursos que reclamábamos.
-
¿Y ahora?
Hoy seguimos trabajando en nuevas formas de investigar y controlar desmanes en el uso de los contratos públicos. Nuestro empeño está en que la ley se cumpla sistemáticamente y de forma íntegra, pues sabemos que muchos organismos solo están publicando una parte de la información a la que están obligados. También en reclamar más independencia y recursos para el ente que debe velar por el cumplimiento de la ley y detectar irregularidades. Ya hemos puesto la base, pero toca ser persistentes y no permitir ni un paso atrás.
-