Cada uno de los 24.654 habitantes de Calahorra (La Rioja), según el último censo, ha invertido 1,36 euros en pistolas eléctricas para sus 47 policías locales. A través de dos contratos adjudicados en 2021, el ayuntamiento adquirió un total de nueve táser, llamadas así en referencia a la marca comercial más popular. Uno de los contratos recayó en Telefónica Ingeniería de Seguridad SAU, una filial del gigante español de las telecomunicaciones que está especializada en seguridad digital. El otro contrato, en Sumun Equipamientos, una empresa que se dedica a la fabricación de vestuario laboral con sede en Sondika (Bizkaia).

No son, ni mucho menos, los contratos más abultados, pero sí los que suponen un mayor coste por habitante. Al fijarnos en las cifras globales del total de 172 contratos adjudicados desde 2015, las instituciones que más dinero han gastado en estas armas son el Cuerpo Nacional de Policía (1,87 millones de euros), la Generalitat de Catalunya (1,48 millones) y el Ayuntamiento de Madrid (1,45 millones). En total, suman un desembolso de casi 4,8 millones de euros. Los tres organismos están a la cabeza, con mucha diferencia, del gasto público: juntos copan el 81,19% de la inversión relacionada con este tipo de armas.

¿Cuánto cuesta cada pistola táser?

En Civio hemos analizado los 172 contratos adjudicados entre 2015 y 2023 para calcular los precios unitarios que han abonado las administraciones públicas (ver metodología). En general, el coste de cada táser oscila entre los 2.000 y los 4.000 euros, con la excepción del Ayuntamiento de Benahadux (Almería), que abonó 4.896,50 euros a Telefónica. En el caso de las cámaras, lo habitual es que se paguen aproximadamente 600-800 euros por cada una, salvo el Ayuntamiento de Armilla (Granada), que desembolsó más de 1.400 euros por un equipo de grabación.

El mayor contrato firmado desde 2015 corresponde al Cuerpo Nacional de Policía, que pagó 1,73 millones de euros en 2020 para adquirir mil dispositivos táser a Nidec, la principal distribuidora en España. Y, aunque la Policía Nacional también ha gastado dinero en formación para su uso y en accesorios como baterías, fundas, municiones y cámaras, lo cierto es que el desembolso no ha significado una utilización masiva de estas pistolas. Según Jupol, el sindicato policial mayoritario, solo se usan 150, ya que únicamente disponen de ese número de cámaras compatibles para documentar las actuaciones. Y es que, según la instrucción interna de la Policía Nacional, es obligatorio que cada táser tenga cámara para que pueda ser utilizada.

La Generalitat de Catalunya, por su parte, ha comprado 174 pistolas, incluyendo cámaras y otros accesorios, a través del Departament d’Interior y del Institut de Seguretat Pública. A poca distancia se encuentra el Ayuntamiento de Madrid, que ha destinado una cantidad de dinero ligeramente inferior, aunque se ha provisto de un mayor número de armas. En total, el consistorio madrileño ha comprado 346 táser, con sus respectivas cámaras, a Nidec y Saborit, la segunda gran beneficiaria de los contratos firmados en España. Tras su adquisición, la Policía municipal ha activado estos dispositivos 83 veces entre diciembre de 2020 y abril de 2023, aunque ha disparado finalmente en 5 ocasiones, según datos recabados por Civio a través de la Ley de Transparencia.

Organismos públicos que más han gastado en pistolas Táser

Táser, una pistola bajo polémica

Los dispositivos electrónicos de control (DEC), como se denominan técnicamente, suelen ser descritos como “armas no letales”. Así lo hacen instituciones como la Guardia Civil, además de la propia fabricante, Axon Enterprise. Desde Jupol también subrayan su valor para evitar el uso de armas de fuego. “[La pistola táser] aporta seguridad en intervenciones contra armas blancas, enfermos mentales, en secuestros o en multitud de situaciones en las que el uso del arma reglamentaria sería mucho más lesivo”, afirma Laura González, secretaria nacional de Riesgos Laborales del sindicato policial. Otras organizaciones destacan que son “menos letales”, pero que su empleo no está exento de peligro.

En España una persona murió tras ser reducida con una pistola eléctrica en Badalona el 26 de noviembre de 2021

De hecho, una investigación de Reuters cifraba en 1.005 las personas fallecidas a causa de los dispositivos táser en Estados Unidos entre 1983 y 2017. En España, una persona murió tras ser reducida con una pistola eléctrica el 26 de noviembre de 2021. El caso, ocurrido en Badalona, está siendo investigado en los juzgados. Desde el centro de defensa de derechos humanos Iridia, organización que da apoyo legal y psicosocial a la familia de la persona fallecida, rechazan su empleo. “No hay justificación para introducir un arma que es potencialmente letal, que puede ser altamente lesiva y que además puede generar y se puede utilizar en situaciones como forma de maltrato o tortura”, dice el abogado Andrés García Berrio, portavoz del colectivo.

Para Amnistía Internacional, la pistola eléctrica “tiene que ser una última alternativa cuando exista un riesgo real, tomando ciertas precauciones y teniendo en cuenta que hay bastantes ocasiones en las que su uso está totalmente desaconsejado”, dice Virginia Álvarez, portavoz de la organización de derechos humanos. Aunque Amnistía también rechazó en un primer momento su uso por parte de los cuerpos policiales, denunciando la falta de control, al igual que Iridia, ahora mismo lo acepta siempre que se utilicen con las mismas precauciones y en las mismas circunstancias que las armas de fuego.

Más compras a nivel municipal

Aunque los contratos de los ayuntamientos son de menor importe, como es lógico, estos han comenzado antes a adquirir pistolas táser. Entre 2015 y abril de 2020, mes en el que la Policía Nacional adjudicó su principal contrato, 22 ayuntamientos —13 de ellos ubicados en la Comunidad Valenciana— ya habían contratado servicios de formación y suministro de pistolas eléctricas y diversos complementos, como fundas, baterías o cartuchos de descarga. “Mientras que el Ministerio del Interior no quería comprar este tipo de armas, sí que se estaban adquiriendo por parte de corporaciones locales para la utilización de sus policías”, dice Virginia Álvarez. Solo en Catalunya, un informe del Síndic de Greuges de 2016 mostraba que por entonces había 31 municipios cuyos policías locales contaban con entre una y cuatro pistolas táser.

A nivel autonómico, la situación también viene de lejos. Canarias y Comunidad Valenciana incluyeron estas pistolas como “dotación policial opcional” en 2001 y 2005, según otro informe de Amnistía Internacional, aunque ninguno de los gobiernos confirmó por aquella época si la compra realmente se había realizado. Quien sí la hizo efectiva fue la Generalitat de Catalunya, que adquirió por primera vez estas armas en 2007 para los Grupos de Intervención Especial de los Mossos d’Esquadra. Ese mismo año, según datos de la única distribuidora que existía en aquel entonces, ya había 340 pistolas táser disponibles para distintos cuerpos de seguridad. La cifra prácticamente se duplicó en los cuatro años siguientes, según afirmaba este empresario.

Principales empresas distribuidoras de pistolas Táser

En la actualidad, de acuerdo con García Berrio, “sigue habiendo compras por ayuntamientos, además con bastante descontrol porque es muy difícil controlar el uso que hacen”. El portavoz de Iridia, al mismo tiempo, aplaude que hasta el momento el Ayuntamiento de Barcelona no haya comprado este tipo de armamento para su policía local. En las antípodas está el Ayuntamiento de Marbella, que en plena pandemia de la COVID-19 compró 15 táser “como medida de protección policial para la contención del avance del virus” y con contrato de emergencia COVID-19, según adelantó Civio. El decreto dictado por el Ayuntamiento llegaba a defender su uso preventivo ante el potencial contagio de sus agentes de Policía Local por parte de “colectivos vulnerables” que, por “sus adicciones y estilos de vida”, les hacen “blancos fáciles a la hora de contraer cualquier tipo de enfermedad”.

Precisamente el ejemplo de Marbella hizo saltar las alarmas en Amnistía Internacional. “En vez de equipararlo a las armas de fuego, se intenta justificar como otro tipo de material que protege a la policía y que prácticamente lo único que te da es una pequeña descarga y ya está”, dice Virginia Álvarez. “La banalización de la peligrosidad que pueda tener un arma táser es lo que nos preocupa y es de lo que hemos alertado”, añade. La portavoz de Amnistía lamenta que se haya llegado a justificar el uso de estas pistolas eléctricas “para evitar el contacto físico”. “Saben que dejan KO a la persona, y ese razonamiento para pedir que se incorpore este tipo de armas [a los cuerpos policiales] nos preocupa”, continúa.

Cursos técnicos sobre el uso de táser

De los 172 contratos relacionados con las táser, 18 han sido destinados total o parcialmente a los servicios de formación de los agentes en el uso de esta arma. Son cursos en su mayoría impartidos por empresas como Nidec, Saborit y Telefónica, salvo en un caso, en el que el contrato para la formación recayó en otro policía. Y los precios suelen variar: desde los 106 euros por coste unitario que pagó el Ayuntamiento de Madrid o los 150 del consistorio de Simat de la Valldigna (Valencia) hasta los mil euros que abonó el de Churriana de la Vega (Granada). En la Policía Nacional, el único contrato de este tipo ascendió a casi 18.000 euros para formar a 170 agentes. Eso sí, los diferentes importes también podrían deberse al tipo de curso impartido, la duración, el contenido o el número de alumnos, cuestiones que no aparecen reflejadas en la documentación de los distintos contratos analizados.

En los últimos meses de 2022, según publicaba entonces El País, la Dirección General de Policía celebró un curso sobre el manejo del táser destinado a más de 1.500 agentes de la Policía Nacional. Según han confirmado a Civio desde Jupol, el coste de esta formación, impartida por Axon y Nidec, está incluido en el contrato adjudicado por la Policía Nacional para la compra de mil dispositivos táser, aunque este punto no está contemplado en la documentación asociada a la licitación. Una vez que se imparten las primeras sesiones, de acuerdo con Jupol, los agentes ya formados pueden dar clase a su vez a otros policías sobre el manejo de estos dispositivos. Sin embargo, existen críticas sobre las enseñanzas que se están ofreciendo.

“Actualmente, por lo que tengo entendido, la principal formación que se está haciendo es por parte de la propia empresa y está más dirigida a la mecánica del arma en cuestión”, alerta la portavoz de Amnistía Internacional. Según Laura González, del sindicato Jupol, “aparte de la operativa sí se recalca que hay que tener cuidado a la hora de tratar con las personas”. Para Virginia Álvarez, este contenido sigue siendo insuficiente, pues no solo se deben contemplar aspectos técnicos, sino también casos donde se tendría que evitar su uso o modos de desescalada ante los conflictos que pueda haber. Todo ello serviría para cumplir la recomendación del Defensor del Pueblo, que pidió una “formación específica” para garantizar el uso adecuado de las armas de descarga eléctrica por parte de los agentes, que además deberían ser personas “especialmente sensatas” y con “alta resistencia al estrés”.

En esta investigación ha colaborado María Álvarez del Vayo con la revisión de los datos de los contratos.

Hemos revisado todos los lotes publicados en la Plataforma de Contratos del Sector Público (PLACSP), adjudicados o formalizados desde 2015 hasta marzo 2023, ambos inclusive, no cancelados, con las palabras clave indicadas (“pistolas táser”, “pistolas eléctricas”, “dispositivo electrónico de control”, “pistolas de efectos eléctricos”, “armas de electrochoque”, “equipo de electroshock” o, simplemente, “taser”) en el título de la licitación o del lote O con alguno de los CPVs indicados (35000000 - Equipo de seguridad, extinción de incendios, policía y defensa; 35300000 - Armas, municiones y sus partes; 35310000-Armas diversas; 35330000-Municiones; 35321100-Armas cortas). En los resultados hay un lote por línea. Tratamos los contratos sin lotes como si fueran contratos de un solo lote. Incluimos contratos menores de la PLACSP, contratos ordinarios y contratos ordinarios -no menores- de las plataformas federadas. Puedes descargar los datos aquí. Hemos limpiado la información disponible, excluyendo los contratos que no estaban asociados con pistolas táser y asimilando los organismos (por ejemplo, consideramos todos los contratos de la Generalitat de Catalunya, aunque algunas compras son a través del Departament d’Interior y, otras, vía el Institut de Seguretat Pública; también hemos unificado los contratos de Telefónica, con independencia de cuál fuera la filial beneficiaria).

Además, hemos clasificado los contratos en función de si era un contrato para abonar servicios de formación o para pagar el suministro de pistolas eléctricas u otros elementos, indicando en cada caso a qué correspondía. A la hora de hacer esta categorización, hemos asimilado los conceptos “cartuchos” y “cargas”. También hemos interpretado como formación los “kits de habilitación”. Asimismo, al hablar en el texto de los contratos relativos a la formación, nos referimos solo a los contratos de servicios, no a aquellos relacionados con el suministro de materiales para formación. Por otra parte, no hemos encontrado en la documentación asociada a los contratos información que concrete las condiciones en las que se han celebrado los distintos cursos, ya sea en cuando al número de alumnos, la duración o el contenido, por lo que solo podemos comparar los precios pagados por cada entidad por cifras totales. Al extraer el precio unitario (sin IVA), hemos revisado toda la documentación asociada a cada uno de los contratos públicos, revisando si indicaban de forma directa el precio unitario de cada elemento. En el caso de que no hayamos encontrado la cifra, siempre que fuera posible, hemos calculado el precio unitario dividiendo el precio sin IVA entre el número de unidades contratadas.

Hemos preguntado al Ayuntamiento de Calahorra sobre el uso de dispositivos electrónico de control por parte de su Policía Local, sin que a la fecha de publicación de este artículo haya dado respuesta.

Aunque el director general de la Policía anunció en el Congreso la compra de 1.050 videocámaras personales, el contrato no aparece en nuestra base de datos. Hemos preguntado a la Policía Nacional sobre este punto sin que hasta el momento haya dado respuesta.

Desde Civio hemos preguntado a la Policía Nacional qué entidad impartió el curso de formación en el uso de táser impartido desde octubre a 1.526 agentes de la Policía Nacional, según publica El País, y sobre las veces que los agentes de este cuerpo han usado pistolas táser, sin que haya habido contestación a ninguna de estas preguntas. También hemos preguntado a la Guardia Civil sobre las actividades formativas realizadas sobre el uso del táser, ofreciendo como respuesta dos notas de prensa publicadas por la misma entidad el 5 de abril y el 21 de junio de 2022 sobre la adquisición y comienzo de uso respectivamente de este tipo de armamento, señalándose en esta última nota de prensa que “el personal de las primeras unidades a las que se ha distribuido este primer lote recibió durante los meses de mayo y junio una formación que les habilita para su empleo”.

Hemos trabajado los datos con el mayor rigor posible, pero si encuentras algún fallo en ellos o en nuestro análisis, escríbenos por favor a [email protected] y estaremos encantados de enmendarlo.

Déjanos decirte algo…

En esta información, y en todo lo que puedes leer en Civio.es, ponemos todo el conocimiento acumulado de años investigando lo público, lo que nos afecta a todos y todas. Desde la sociedad civil, 100% independientes y sin ánimo de lucro. Sin escatimar en tiempo ni esfuerzo. Solo porque alguien tiene que hacerlo.

Si podemos informar así, y que cualquiera pueda acceder sin coste, sin barreras y sin anunciantes es porque detrás de Civio hay personas comprometidas con el periodismo útil, vigilante y al servicio de la sociedad en que creemos, y que nos gustaría seguir haciendo. Pero, para eso, necesitamos más personas comprometidas que nos lean. Necesitamos socios y socias. Únete hoy a un proyecto del que sentir orgullo.

Podrás deducirte hasta un 80% de tu aportación y cancelar cuando quieras.

¿Aún no es el momento? Apúntate a nuestro boletín gratuito.