Defensa dobla el presupuesto para el catering en los aviones que transportan al Presidente y los reyes
En 2013 se presupuestaron 65.000 euros para 15 meses. El contrato publicado hoy lo valora en 133.000 euros/año. Es una estimación, el gasto efectivo se factura cada mes y puede ser muy superior.
El BOE recoge hoy la licitación del contrato para el suministro de catering a los aviones del 45 Grupo de las Fuerzas Aéreas, las siete aeronaves (dos Airbus A310 y 5 Falcon 900B) destinadas al transporte de autoridades, principalmente los reyes y el presidente del Gobierno. En total, el gasto euros de importe total para un año (a contar desde la formalización) es de 133.000 euros. La última vez que se licitó este servicio, en 2013, fue por 65.000 euros de presupuesto base para 14 meses. El problema es que están cantidades son estimadas, ya que el precio que se factura finalmente a la empresa depende del consumo y se hace de forma mensual. Así, no podemos comparar el gasto real de cada anualidad.
De hecho, ya en 2012, como reveló Interviu, el gasto ejecutado en catering durante seis meses fue de más de 128.000 euros. Además, ambos contratos incluyen una partida para posibles modificaciones del contrato, sujetos a “generaciones de crédito“, que es de 147.900 euros en la licitación publicada hoy y de 191.500 en la del año pasado, que se suman a la posibilidad de establecer prórrogas por la misma duración que la del contrato inicial. Todas estas cantidades dan el total del valor estimado, 413.900 euros para este año y 321.250 para el año pasado (ojo, con una duración algo mayor).
Los pliegos del contrato licitado hoy incluyen los precios máximos que la empresa adjudicataria podrá cobrar por determinados alimentos o bebidas. Así, el kilo de queso de oveja no podrá costar más de 35 euros; el plato de cochinillo a la segoviana, 20 euros; y el de melón con jamón ibérico, 22. En esta ocasión, el listado no incluye productos que sí incluía el año pasado, tal y como desveló El Mundo, como el jamón ibérico a 250 euros el kilo como precio máximo. Tampoco incluye el precio máximo de las bebidas alcohólicas.
El problema no es si algo es caro o barato, sino que es imposible saber cuánto se gasta y en qué conceptos. Una vez más tenemos que conformarnos con intentar sacar conclusiones a través de las cifras estimadas que aparecen en contratos como este.
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