El BOE recoge hoy la multa de un millón de euros que el Gobierno ha impuesto al Banco Santander por una infracción muy grave de la normativa contra el blanqueo de capitales cometida por Banesto antes de la absorción. La entidad había pedido al Tribunal Supremo, sin éxito, que la resolución no apareciera en el boletín oficial para evitar que afectara a su prestigio e imagen comercial.

La Comisión para la Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias decidió imponer esta multa, de carácter grave, porque Banesto no conservó documentos acreditativos de una serie de operaciones financieras. La ley exige que estos documentos se conserven durante 10 años para permitir investigaciones sobre blanqueo y financiación del terrorismo. “En particular, -aclara la resolución- “la entidad no disponía de los documentos con fuerza probatoria de disposiciones en efectivo, cobros e ingresos de cheques y órdenes de transferencias, de una determinada cuenta corriente”.

Además, como la entidad ya había sido sancionada en los cinco años anteriores -en concreto, en 2008- por un delito similar, la sanción se considera muy grave. El Consejo de Ministros del pasado 12 de junio dio el visto bueno a la multa impuesta, que incluye su publicación en el boletín.

Cuando la Comisión abrió expediente a la entidad, en 2014, Banesto ya había sido absorbida por Banco Santander, por lo que la entidad presidida por Ana Patricia Botín hereda la multa.

Además de pedir al Supremo que evitara esta publicación, el Santander reclamó que al menos incluyera en la misma disposición que la multa había sido recurrida ante los tribunales. Tampoco funcionó. La orden publicada hoy en el BOE no recoge esa información.

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