El BOE recoge hoy las cuentas de 2015 del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y su correspondiente informe de auditoría. El resultado: 21,8 millones en negativo y multitud de irregularidades detectadas.

La cuenta de resultados establece que la diferencia entre ingresos (unos 650 millones de euros) y gastos (664,7) ordinarios arroja un saldo negativo de 14,7 millones, que ascienden a 21,8 si tenemos en cuenta el resto de partidas y las operaciones financieras. En 2014, ese negativo era mucho menor, de 3,4 millones.

La mayor parte de los ingresos del CSIC, un 88%, proviene del Estado: un 66% son transferencias estructurales para su funcionamiento y un 22% subvenciones competitivas, que pueden o no recibir dependiendo de las propuestas que presenten. La mayor parte de estas transferencias y subvenciones provienen del Ministerio de Economía y Competitividad, del que depende.

El CSIC también ha recibido subvenciones de la Unión Europea y, en mucha menor medida, de entidades privadas como la Fundació La Caixa -1,4 millones. Por otro lado, casi 30 de los 650 millones totales ingresados provienen de ventas y servicios propios.

En cuanto a los gastos, la mayoría se destina al pago de personal -450 de 664,7 millones. A 31 de diciembre, en el CSIC trabajaban más de 10.000 empleados, la mitad de ellos funcionarios. Aunque el peso entre hombres y mujeres es casi al 50% en el cómputo global, los trabajadores casi doblan a las trabajadoras en el nivel de estudios más alto del funcionariado, el A1, destinado a aquellos con título universitario.

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Irregularidades reiteradas

Tras analizar las cuentas presentadas, los auditores han decidido no dar al CSIC aprobado completo. Argumentan que no hay información suficiente en algunos apartados y que, aunque se achacó al sistema informático, este problema no se ha corregido. Eso significa, entre otras cosas, que el organismo no puede saber con seguridad si tendrá que usar la financiación de nuevos proyectos para pagar costes pendientes de proyectos ya finalizados. Además, la auditoría destapa incumplimientos de las leyes de presupuestos y contabilidad pública. Estos problemas también se registraron en auditorías de años anteriores y no se han corregido.

Otro organismo también dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad y cuyas cuentas también publica hoy el BOE, el Instituto de Astrofísica de Canarias, presenta igual evaluación de los auditores: favorable con salvedades. Esas salvedades se refieren a problemas con la identificación del inmovilizado, pero la lista de incumplimientos no es, ni de lejos, tan larga como la del CSIC.

En su caso, el resultado de la cuenta de resultados del Instituto de Astrofísica de Canarias arroja un resultado de cuatro millones en negativo, frente a los 3 del año anterior. De sus 23 millones de euros de ingresos, 21 llegan en forma de transferencias y subvenciones. La más importante, la que llega de la Administración General del Estado, estaba presupuestada en nueve millones pero se quedó en ocho.

De sus 27 millones de gastos, 14 van a pagar al personal, un total de 394 personas. 145 de ellos son astrofísicos.

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