Un BOE extraordinario publicado a las cuatro de la tarde recoge un único decreto ley, el aprobado hoy en el Consejo de Ministros y que vuelve a hacer obligatorias las mascarillas en la calle. Así, desde el 24 de diciembre, fecha de su entrada en vigor, da igual la distancia de 1,5 metros que permitía no llevarla hasta ahora: aunque una persona vaya absolutamente sola por la calle, según la norma, tiene que llevar mascarilla.

La ley, como hasta ahora, afecta a todo aquel que tenga seis años o más. Pese a la confusión de los días previos, es clara: además de en lugares cerrados, es obligatoria en “espacios al aire libre de uso público o que estén abiertos al público”. Eso implica las calles y plazas, pero también los espacios abiertos de centros comerciales u otros lugares privados abiertos al público.

La norma tiene dos excepciones: no se exigirá a quienes hagan deporte individual al aire libre y tampoco es obligatoria para quienes estén en espacios naturales, siempre que además guarden la distancia de metro y medio con no convivientes. El decreto ley, eso sí, no aclara qué entra en esa categoría.

En paralelo, se mantienen las excepciones generales al uso de la mascarilla vigentes hasta ahora -ya sea en interior o en exterior: actividades incompatibles con su uso (como comer o besar) y personas con problemas respiratorios o similares que puedan verse agravados por su uso.

Además, introduce algunos matices al artículo sobre las mascarillas vigente hasta ahora. Aunque sí se permite a los pasajeros de buques o similares quitársela en su camarote, ya no pueden hacerlo en cubierta, ni aún con distancia.

En cuanto a residencias, como las de mayores, se permite no llevarla siempre que el 80% de quienes vivan allí tengan la dosis de recuerdo, la tercera (hasta ahora era suficiente con la pauta completa).

Como el decreto ley de hoy modifica un punto de la ley de nueva normalidad vigente, a estas nuevas reglas sobre mascarillas le afectan lo que dice la misma: multas de hasta 100 euros para quien se salte las reglas sobre mascarillas, consideradas sanción leve según la Ley general de salud pública.

El decreto ley, además, da vía libre al Gobierno para que, con un simple decreto, de rango menor y sin necesidad de ser convalidado por Las Cortes, modifique esta norma cuando lo considere.

En paralelo, permite que, como se hizo al inicio de la pandemia, las comunidades autónomas contraten a personal sanitario jubilado y que estos trabajos sean compatibles con su pensión.

Buenas tardes.

Déjanos decirte algo…

En esta información, y en todo lo que puedes leer en Civio.es, ponemos todo el conocimiento acumulado de años investigando lo público, lo que nos afecta a todos y todas. Desde la sociedad civil, 100% independientes y sin ánimo de lucro. Sin escatimar en tiempo ni esfuerzo. Solo porque alguien tiene que hacerlo.

Si podemos informar así, y que cualquiera pueda acceder sin coste, sin barreras y sin anunciantes es porque detrás de Civio hay personas comprometidas con el periodismo útil, vigilante y al servicio de la sociedad en que creemos, y que nos gustaría seguir haciendo. Pero, para eso, necesitamos más personas comprometidas que nos lean. Necesitamos socios y socias. Únete hoy a un proyecto del que sentir orgullo.

Podrás deducirte hasta un 80% de tu aportación y cancelar cuando quieras.

¿Aún no es el momento? Apúntate a nuestro boletín gratuito.