Nuestras cuentas y las decisiones que hay detrás

Hola,

Si en esta campaña estamos hablando de confianza, es lógico que hablemos también de dinero. No del dinero en abstracto, sino del que nos permitís gestionar. Y, sobre todo, de por qué lo hacemos como lo hacemos.

Hay muchas formas de financiar una organización como Civio. Algunas son más rápidas, otras más vistosas. Nosotros hemos elegido un camino menos inmediato, pero que encaja mejor con lo que queremos ser.

Y ese camino termina este año con un dato que conviene mirar de frente: terminamos 2025 con menos ingresos que en 2024. Alrededor de un 12% menos, según nuestra estimación.

No por una crisis interna. No por un error de gestión. Sencillamente, porque varios proyectos y becas llegan a su fin.

Quien conoce este sector sabe que esto ocurre: los proyectos empiezan y acaban, y los ingresos fluctúan. Lo importante es estar preparados cuando pasa.

Y para eso sirve algo poco épico pero fundamental: la prudencia. La palabra que mejor describe cómo gestionamos las cosas.

Cuando en 2024 cerramos con un pequeño superávit, no lo usamos para crecer deprisa ni para algo vistoso. Se destinó directamente a reservas.

Esa decisión —discreta, nada espectacular, pero estratégicamente clave— es la que hoy nos permite seguir litigando contra ministerios, sostener investigaciones largas y mantener al equipo sin sobresaltos.

Son las decisiones silenciosas como esa las que hacen que Civio siga aquí después de años.

Ahora bien: las reservas sirven para absorber baches, no para vivir de ellas. Ese 12% estimado que desaparece no lo va a cubrir una subvención pública ni una gran empresa con un anuncio. No aceptamos ese dinero porque comprometería nuestra independencia. Si queremos cubrirlo, solo hay una vía coherente con nuestro modelo: que la comunidad crezca.

La siguiente pregunta es obvia: ¿en qué se va el dinero?

En nuestras cuentas verás que alrededor del 85% del presupuesto son salarios. No porque tengamos una estructura hinchada, sino porque el trabajo que hacemos —leer documentos complejos, rastrear contratos, cruzar datos, destripar algoritmos, investigar políticas públicas, desarrollar herramientas útiles— no lo hace una maquinaria.

Lo hacen personas.
Unas pocas personas que leen, piensan, discuten, revisan y avanzan. Aquí no hay atajos.

Por eso no verás publicidad masiva, oficinas elegantes ni capas de consultoría estética en nuestras cuentas. Cuando alguien se hace socio o socia de Civio, lo que está sosteniendo es algo muy concreto: tiempo, criterio y capacidad de quienes hacemos este trabajo. Si dejáramos de invertir ahí, el proyecto perdería su sentido.

La tercera pieza tiene que ver con cómo elegimos crecer.

Hoy, más de 2.200 personas sostienen Civio con su cuota regular. Llevamos varias temporadas creciendo en torno a un 10% anual. Puede que no suene espectacular frente a organizaciones que se expanden rápido a base de publicidad, muros de pago o estrategias agresivas.

Pero para un proyecto como este, ese 10% es muchísimo.

Lo es porque no viene de ninguna fórmula rápida. Viene de personas que, después de meses o años, dicen: “esto tiene sentido, quiero que exista y quiero que dure”.

Podríamos haber crecido más deprisa: cerrando la información, aceptando patrocinios o firmando acuerdos que aportan liquidez inmediata. Son opciones legítimas, pero no son las nuestras.

Crecemos sin atajos. Y eso hace que cada nueva persona que se suma no sea “una conversión”, sino un voto de confianza meditado. Por eso vale tanto.

Ese crecimiento se nota en algo muy concreto: hoy las cuotas cubren ya el 42% de nuestros gastos (el año pasado eran el 35%). Ese porcentaje no es una anécdota. Es autonomía real. Margen de maniobra. La diferencia entre investigar lo necesario y limitarse a lo posible.

Cuantas más personas sostienen Civio, menos dependemos de proyectos temporales. Cuantas más se suman, más libres somos para dedicar tiempo a lo que realmente importa: abrir lo público, fiscalizar el poder y servir a la ciudadanía sin deber favores.

Te contamos todo esto no para pedir un acto de fe, sino porque la independencia no se proclama: se financia. Y depende directamente de que esta comunidad siga creciendo.

Si quieres que Civio siga funcionando con esta mezcla de prudencia, rigor y libertad que nos hace distintos, te pedimos algo muy sencillo:

👉 Únete hoy y ayúdanos a sostener este modelo sin atajos

Gracias por leer, por preguntar y por exigir claridad.
Es exactamente lo que esperamos de nuestra comunidad.

El equipo de Civio

Activa tu inteligencia cívica para abrir lo público en 2026

Periodismo, datos, tecnología y acción legal trabajando para ti y para el interés general de la sociedad. Esto solo es posible si lo construimos contigo.

Quiero hacer una donación puntual Elige tu aportación

Sí, quiero unirme a Civio

Cuota de (Dedúcete hasta € )

◂ Volver

Donación puntual de € (Dedúcete hasta € ) Cuota de (Dedúcete hasta € )

Puedes gestionar o cancelar tu suscripción fácilmente cuando quieras.

Responsable del tratamiento de datos personales: Fundación Ciudadana Civio. Finalidad: tramitar tu donación y la correspondiente deducción fiscal. Derechos: puedes ejercer los derechos que te reconoce la normativa de protección de datos escribiendo a la dirección: [email protected]. Puedes obtener más información sobre estos derechos en nuestra Política de Privacidad.

Qué activas al unirte

Al hacerte socio o socia, garantizas:
  • Investigaciones de largo recorrido que iluminan puntos ciegos de la administración.
  • Vigilancia constante de leyes, decretos, planes y políticas públicas para evitar abusos.
  • Acción estratégica en los tribunales si la administración bloquea información vital.
  • Herramientas de servicio público que resuelven problemas reales.
  • Conocimiento compartido en eventos y talleres para multiplicar la vigilancia ciudadana.
  • Un equipo especializado que investiga, contrasta y explica la complejidad sin atajos.
  • Información abierta y gratuita para toda la ciudadanía, no solo para quien puede pagarla.
Tu apoyo no compra un producto: construye una infraestructura ciudadana independiente que fiscaliza el poder y cuida lo público. Déjanos demostrarte que merece la pena.