La violencia de Boko Haram, la corrupción y la pobreza: causas de la baja inmunización en Nigeria
El 11 de agosto de 2016, el país fue testigo de un paso atrás en el que ha sido el gran logro para Nigeria: la vuelta a la lista de países con polio.
Esta investigación es fruto de una colaboración con el African Network of Centers for Investigative Reporting, como parte del proyecto Medicamentalia Vacunas.
En Gwoza y Jere, áreas locales del estado de Borno, gobernadas por Boko Haram -uno de los grupos terroristas más mortíferos del mundo-, en verano de 2016, se produjo un nuevo brote de polio. Dos niños fueron paralizados por esta enfermedad. Y ocurrió en medio de la celebración del segundo aniversario de la eliminación en el país del virus de la enfermedad y el primer aniversario de la salida de la lista de países con polio endémico. En 2016, sólo Pakistán, Afganistán, Laos y Nigeria -que acabó el año con cinco casos de polio- eran parte de la lista según Polio Global Eradication Initiative.
Casos de polio en 2016
AFGANISTÁN
13 casos
PAKISTÁN
21 casos
LAOS
3 casos
NIGERIA
5 casos
Pero no fue una sorpresa. El 9 de agosto de 2016, tres días antes de que el gobierno de Nigeria anunciase el nuevo brote, las organizaciones civiles predijeron la vuelta de la polio al país. La Comunidad de iniciativas en Salud e Investigación (CHR, por sus siglas en inglés) y la Alianza para la defensa del niño y la salud familiar (PACFaH, por sus siglas en inglés), entre otros, advirtieron de que esto podría suceder si el gobierno seguía retrasando la ejecución de fondos para las vacunas. También advirtieron que la confianza del donante -la compra de vacunas para el país ha sido subvencionada durante los últimos años- disminuiría. No habían pasado ni 72 horas desde estos avisos cuando Isaac Adewole, el ministro de Sanidad de Nigeria, anunciaba el brote de polio. No obstante, atribuyó el problema a las dificultades para llegar a la comunidad por la inseguridad existente.
Ocho de cada diez niños en Nigeria están en riesgo de contraer una enfermedad que puede prevenirse con vacunas.
Las estadísticas de vacunación del país revelan una situación difícil. Una encuesta realizada por la Agencia Nacional Nigeriana de desarrollo de la Atención Primaria en Salud (NPHCDA, por sus siglas en inglés) sobre inmunización en los años 2016 y 2017, prueba que el 37% de niños en el país está sólo parcialmente vacunados y otro 40% no ha recibido ni una sola vacuna. Sólo un 23% de los niños, de entre 12 y 23 meses, ha recibido el tratamiento completo de inmunización en Nigeria. Esta cifra se encuentra muy lejos del objetivo del Plan de Acción Global de Vacunación (GVAP, por sus siglas en inglés) cuyo objetivo es conseguir un 90% de cobertura. Esta misma encuesta revela que casi ocho de cada diez niños en el país están en riesgo de contraer una enfermedad que puede prevenirse con vacunas.
Las causas son diversas: violencia, cuestiones culturales, pobreza, la ineptitud del gobierno y la corrupción.
Violencia y falta de electricidad
El representante regional de la OMS en África explicó, en un Panel de Expertos sobre “Erradicación de la polio y rutina de inmunización”, que 162.616 niños por debajo de los cinco años todavía no han sido tratados en el estado de Borno. “Los trabajadores sanitarios encuentran muchas dificultades para llegar a áreas controladas por Boko Haram”, cuenta Chika Offor, directora ejecutiva de la ONG Vaccines Network. Lawal Barake, representante del Centro Nigeriano de Control de Enfermedades (NCDC, por sus siglas en inglés), también cree que la inseguridad es una de las razones por las que hay tantos niños sin vacunar. Sin embargo, añade que, desde el nuevo brote de polio, el gobierno ha incrementado sus esfuerzos para alcanzar áreas plagadas de inseguridad y que va a involucrar al ejército en las acciones de vacunación. Una persona del ministerio de Sanidad, que prefiere no ser identificada, asegura que los vacunadores no llegan a estas áreas sin acompañamiento militar, algo “difícil de conseguir”.
Además de la inseguridad, Nigeria encuentra otros problemas a la hora de hacer llegar las vacunas a determinadas regiones, como pocas conexiones por carretera. Y, cuando las vacunas por fin llegan, no hay suficiente electricidad para guardarlas. Según el fichero de la CIA sobre países del mundo, sólo un 45% de nigerianos tiene acceso a electricidad; en un país de 190,6 millones de personas, 95,5 millones no tiene ninguna fuente de energía. En Sudáfrica, en cambio, sólo el 15% de sus 54,8 millones de habitantes no está conectado a la red eléctrica. “Nigeria tiene retos relacionados con la electricidad. Tenemos problemas de infraestructura en la cadena de suministro de las vacunas,” cuenta Bakare, el representante de NCDC. Las vacunas tiene que ser conservadas usando cadenas de frío que dependen de la tecnología y las infraestructuras de lugar. Según NCDC, el gobierno intenta solucionar este problema “colaborando con algunas grandes compañías: por ejemplo, utilizando la logística de Coca Cola y la estación de energía de Airtel en Nigeria, donde hay 24 horas de energía”.
La cuestión cultural
El representante de NCDC habla de lo que él describe como “dinámica de las personas” -algunos nigerianos rechazan las vacunas porque tienen ideas equivocadas sobre las mismas. El trabajador de UNICEF Modibbo Kassogu, que trabaja con el gobierno nigeriano, corrobora la postura del representante de NCDC y habla de las creencias erróneas, incluyendo que “la inmunización causa infertilidad”. Estas creencias llevan a muchos padres a no vacunar a sus hijos.
Kassogu explica que las campañas estratégicas necesitan ser reevaluadas para poder encajar las peculiaridades de las comunidades que rechazan las vacunas. “Tenemos que conocer a nuestras comunidades”, dice. Este trabajo, según Kassogu, no está limitado a cambiar la mentalidad de las personas sobre las vacunas, sino que también debería abarcar la concienciación de su obligatoriedad y el calendario de vacunación. Las estadísticas del NICS muestran que el 22% de los cuidadores no cree en las vacunas o tienen miedo de los efectos de las mismas, el 11% no cree en la inmunización, el 23% cree que sus hijos ya están completamente vacunados y un 9% explicó que no tenían tiempo o que tenían otros asuntos familiares más urgentes, entre otras razones.
Pobreza
Chika Offor, de la organización Vaccines Network, cuenta que la pobreza es la causa principal por la que los cuidadores no llevan a sus hijos a recibir el tratamiento completo de vacunación. “No hay dinero en Nigeria, los pobres están convirtiéndose en más pobres. […] Tienen que decidir entre llevar a sus hijos a vacunar y comprar comida. Unos pocos elegirán la vacunación, pero la mayoría elegirá la comida”, explica.
“Tienen que decidir entre llevar a sus hijos a vacunar y comprar comida. Unos pocos elegirán la vacunación, pero la mayoría elegirá la comida”.
“Si los niños están muriendo por causas nutricionales en las comunidades, no te van a hacer caso cuando les dices que vacunarlos previene que mueran”. Hassana y Husseina, hermanas, murieron como consecuencia de la fiebre tifoidea. Las niñas, muy queridas en su comunidad en Damagaza, contrajeron la enfermedad por el agua contaminada. En este barrio de Abuja, en el territorio de la capital federal de Nigeria, no hay agua potable; el agua se extrae de arroyos contaminados.
“Esos problemas roban el triunfo de la inmunización”, lamenta Offor, que detalla que Hassana y Husseina estaban completamente vacunadas. “¿Cómo le explicas a una madre que ha vacunado a sus hijas y que mueren por fiebre tifoidea -para la que también existe una vacuna pero que no está disponible- que vacune a sus hijos? Simplemente no te van a tomar en serio”.
La ineptitud del gobierno nigeriano
El último presupuesto para sanidad de Nigeria era un 4% del total, mientras que la media de presupuesto sanitario a nivel global era de un 15,5% en el 2014, según la OMS. En 2017, el presupuesto destinado a la salud de los 190 millones de nigerianos era de 55,61 billones de nairas nigerianas (equivalente a 120,4 millones de euros). Casi su cuarta parte, 12,5 billones de nairas (24,9 millones de euros) estén destinados a inmunización. En el primer trimestre del año sólo un 2% de este presupuesto había sido utilizado, aclara Offor. El ministro de Sanidad se ha negado a clarificar esta cifra y a responder a nuestras preguntas.
Aminu Magashi, coordinador de la organización Africa Health Budget Network, explica que la no utilización del presupuesto para vacunas es un problema que viene de largo. Él calcula que Nigeria aún necesita 195,3 millones de euros para la campaña de vacunación de 2017-2018. “Para asegurar que se cubran las necesidades presupuestarias, el Banco Mundial ha asegurado otros 125 millones de dólares para cofinanciar la vacunación junto con GAVI” (una organización internacional centrada en inmunización), cuenta el coordinador.
Porcentaje de vacunación de niños de entre 12 y 23 meses en Nigeria
Un 90% de inmunización es lo que se conoce como inmunidad de rebaño para la mayoría de vacunas.
Pero esta ayuda sigue sin ser suficiente. Como Offor lo describe, el dinero que Nigeria necesita para inmunización es el presupuesto entero para sanidad de todo el país. “El presupuesto para vacunas no es suficiente. Incluso el que ya está asignado no está siendo utilizado”, explica. Este pasado octubre, Nigeria comenzó la campaña de vacunación contra el sarampión. Mientras el gobierno federal ha utilizado todo su presupuesto destinado a esta campaña, sólo cuatro estados (Borno, Kebbi, Imo y Nassarawa) de los 36 existentes han pagado la parte que les corresponde. La Agencia Nacional para el desarrollo de la Sanidad (NPHCDA, por sus siglas en inglés) ha advertido ellos de que, si no ponen de su parte en la campaña contra el sarampión, serán expulsados de las próximas rondas de inmunización. Esto pone en riesgo la vida de millones de niños. En la actualidad, el 58% de los niños nigerianos no ha sido vacunado contra el sarampión.
Corrupción
La Agencia Nacional para el desarrollo de la Sanidad (NPHCDA, por sus siglas en inglés) es el principal responsable de la vacunación. Esta organización ha sufrido varias alegaciones de apropiación indebida de fondos destinados a programas de inmunización y otras prácticas corruptas que han provocado un nivel de vacunación bajo e insuficiente.
En 2014, GAVI, en una auditoría de una ayuda para vacunación de 29 millones de dólares (24,5 millones de euros) concedida al país entre 2011 y 2013, acusaba a la Agencia de utilizar de forma incorrecta los fondos. El informe de la auditoría describía “debilidades sistemáticas relacionadas con las operaciones de control a nivel nacional para administrar la ayuda concedida por GAVI”. Estas alegaciones llevaron a la designación de un nuevo director, Faizal Shuaibu, quien, durante su mandato, consiguió derrotar el ébola. Su reputación es de ser eficiente especialmente eliminando brotes pero, como cuenta el representante de NCDC, Bakare: “la nueva administración mejorará el nivel de inmunización pero no lo hará de forma inmediata”.
Otro de los problemas de corrupción que impiden unos niveles de vacunación correctos es la construcción de centros de atención primaria. En 2015, la organización Procurement and Private Development Centre (PPDC), monitoreó la construcción y el equipamiento de estos centros. Descubrieron que, aunque los contratos habían sido pagados, algunos de los centros que no estaban terminados, estaban cerrados o no estaban apenas equipados. La organización asegura que el gobierno de Nigeria concedió contratos de 2,6 billones de nairas (unos 6,3 millones de euros) para la construcción de 89 centros de atención primaria, pero que en 2017, muchos de ellos no han sido construidos. En el estado de Delta, sólo cinco de los 14 centros estaban activos, uno de ellos sin equipamiento. Lo mismo ocurría en los estados de Benue y Kano, donde sólo estaban activos uno de seis centros y tres de seis centros, respectivamente. La situación de los edificios de atención primaria en Nigeria significa que las personas tendrán que recorrer grandes distancias para ser vacunadas. “Si no tienen dinero, ¿cómo pueden ir a recibir una vacuna?, se pregunta Offor.
“¿Será Nigeria capaz de financiar la inmunización del 100% de la población con un coste de aproximadamente 560 millones de dólares?”
“El gobierno de Nigeria ha adquirido el 100% de las vacunas que necesitan nuestros hijos, pero el resultado nos dice que sólo unos pocos han sido vacunados. ¿Qué está pasando con el resto de vacunas?”, explica Yusuf Yusufari, el responsable en Nigeria de la fundación Bill y Melinda Gates, durante una reunión sobre el NICS. “Esto significa que hay mucha ineficiencia o informes incorrectos por lo que todos tenemos que rendir cuentas”, explica. Buscando esa rendición de cuentas, todos los esfuerzos para contactar con la NPHCDA fueron en vano; la organización alegó una huelga de trabajadores para posponer las declaraciones.
La constante incapacidad del país para conseguir una correcta inversión en vacunas pondrá la vida de millones de niños en riesgo al mismo tiempo que GAVI comienza a retirar sus ayudas de forma gradual. La fecha límite que da GAVI para cesar la inversión es 2021. “¿Será Nigeria capaz de financiar la inmunización del 100% de la población con un coste de aproximadamente 560 millones de dólares?”, pregunta Ben Anyene, jefe del Equipo de financiación de inmunización nacional.
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