Los hospitales públicos pagan 1.340.000 euros (sin IVA) por cada tratamiento de Zolgensma, una medicación de Novartis que el Sistema Nacional de Salud financia desde diciembre de 2021. El Ministerio de Sanidad y la compañía farmacéutica se habían opuesto a divulgar tanto su precio real como las condiciones de financiación, pedidos por Civio a través de la Ley de Transparencia, llevando incluso el caso a juicio. En su lugar, el Ministerio de Sanidad sólo había hecho pública la cantidad de 1.945.000 euros, que corresponde al tope máximo que las administraciones estaban dispuestas a pagar por esta terapia. El importe real de Zolgensma, de 1.340.000 euros, es más bajo, y sale a la luz hoy en exclusiva gracias a una búsqueda exhaustiva de Civio en las plataformas de contratación pública de toda España.

¿Para qué sirve la terapia?

Zolgensma es un tratamiento contra la atrofia muscular espinal (AME), una enfermedad poco frecuente y muy grave, que puede aparecer a los pocos meses de vida y que está considerada como la primera causa genética de mortalidad infantil. La patología provoca la pérdida de las neuronas que controlan la actividad muscular. Quienes la padecen tienen dificultades para gatear, andar o sentarse y, en los casos más graves, para respirar o tragar. El uso de Zolgensma, según un estudio realizado en 22 pacientes, mejoró la supervivencia y su calidad de vida, tanto a la hora de sentarse como de respirar sin asistencia. Sin embargo, Zolgensma no se considera una cura puesto que hoy en día no es posible revertir el daño producido por la enfermedad antes que se administre la terapia.

Para poder saber cuánto cuesta Zolgensma, Civio ha encontrado dos contratos distintos que reflejan el mismo precio unitario, lo que permite conocer cuál es su coste efectivo para las arcas públicas, es decir, los 1.340.000 euros (sin IVA). El primero es de la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Zamora, que ha adjudicado un contrato a Novartis para tratar a un bebé de cinco meses. El segundo es un acuerdo marco del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, que permite el desembolso de 11 millones de euros para administrar 8 tratamientos.

Cuando se empezó a financiar Zolgensma en la sanidad pública, el Gobierno estimó que iba a servir anualmente a unas treinta personas. En España, se calcula que el número de pacientes afectados por la atrofia muscular espinal oscila entre 300-350 personas, aunque no todas puedan beneficiarse de esta terapia. Hasta el momento, Zolgensma ha sido utilizada en varios centros sanitarios, como el Hospital de Cruces, en Bilbao. Pero la administración de este tratamiento no resulta sencilla ya que consiste en una terapia génica que, pese a sus beneficios, también puede causar efectos adversos graves. Recientemente, la Agencia Española de Medicamentos (AEMPS) publicó unas recomendaciones acerca de su uso después de que su homóloga europea notificase la muerte de dos niños, que habían recibido Zolgensma, por una insuficiencia en el hígado. Aunque el riesgo era conocido, de acuerdo con la AEMPS, era importante incluir nuevas pautas para evitar y controlar en lo posible estos problemas.

A día de hoy, los tratamientos como Zolgensma se incluyen dentro de las llamadas “terapias avanzadas”. Los beneficios y los riesgos asociados a este tipo de tratamientos implican también una “incertidumbre clínica y financiera”, como ha reconocido el propio Ministerio de Sanidad. Por ello, antes de incluir este tipo de medicaciones en la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud, es habitual que se negocien unas condiciones específicas de pago entre el Gobierno y la industria farmacéutica, que varían en función de los resultados obtenidos y del volumen de venta. Al contrario de lo que ocurre con el precio de Zolgensma que hoy desvela Civio en exclusiva, estas cláusulas de financiación, que se acuerdan de forma confidencial, continúan siendo secretas.

Luxturna, otro ejemplo de la opacidad sobre los medicamentos

Algo similar ocurre en el caso de Luxturna, otra medicación de Novartis que la sanidad pública cubre desde 2021 para tratar una enfermedad poco frecuente en la retina que puede causar ceguera de forma progresiva. En este caso, los hospitales públicos abonan exactamente 221.357,76 euros (sin IVA) por cada tratamiento. De nuevo, el Ministerio de Sanidad sólo había hecho pública la cifra de 345.000 euros, que corresponde al coste máximo y no al importe que realmente se paga al laboratorio farmacéutico. Al igual que ocurre con Zolgensma, ni el Ministerio de Sanidad ni Novartis habían aceptado que Civio tuviera acceso, vía Ley de Transparencia, al precio real y a las condiciones de financiación de esta terapia, llevando el caso también a los tribunales.

Hemos encontrado dos contratos públicos que reflejan un precio unitario idéntico, lo que permite saber cuál es realmente el coste efectivo por cada tratamiento

La cifra de 221.357,76 euros (sin IVA), es más reducida que la cantidad publicada en su día por el Gobierno y también sale a la luz gracias al trabajo de investigación de Civio. En este segundo caso, para poder saber cuánto cuesta Luxturna, hemos encontrado dos contratos públicos que reflejan un precio unitario idéntico, lo que permite saber cuál es realmente el coste efectivo por cada tratamiento de Luxturna. El primer contrato es del Hospital Universitario Virgen de la Macarena de Sevilla, cuyo presupuesto de adjudicación asciende a más de 2 millones y medio de euros por 12 tratamientos. El segundo es un contrato de Osakidetza, el Servicio Vasco de Salud, que ha adjudicado a Novartis la administración de 18 tratamientos de Luxturna por un valor aproximado de 4 millones de euros.

Sin embargo, estos cuatro contratos públicos encontrados por Civio son la excepción. Una de las formas habituales de esconder el precio real de un medicamento es la que utiliza el Hospital Universitario de Bellvitge en un contrato suscrito para adquirir 8 tratamientos de Luxturna. En este caso, la cifra de adjudicación que aparece no corresponde con el precio real abonado por el centro sanitario. En realidad, lo que hacen es multiplicar el precio máximo fijado por el Ministerio Sanidad (es decir, el tope de 345.000 euros) por el número total de tratamientos. Así es como calculan el importe estimado de la adjudicación, ocultando, en la práctica, el dinero que este hospital catalán paga realmente a Novartis.

En general, muchos organismos de compra, como las entidades a nivel estatal, las comunidades o las plataformas sanitarias, contratan de forma individual la adquisición de medicamentos. En ocasiones, en algunos documentos de contratación se da a conocer -por convicción o por despiste- los precios unitarios que se pagan a las compañías farmacéuticas. Esto es lo que ha permitido ahora a Civio desvelar el precio real que se paga por medicaciones como Zolgensma y Luxturna, al igual que hicimos en el pasado con tratamientos como el Sovaldi, para pacientes con hepatitis C, o las terapias CAR-T, que sirven para abordar algunos tipos de cáncer. Pero lo más frecuente es la estrategia del Hospital Universitario de Bellvitge: esto es, ocultar el precio unitario que se abona realmente por cada medicamento. Un ejemplo más de la gran opacidad que continúa caracterizando los vínculos entre las administraciones públicas y la industria farmacéutica.

Nota: La Fundación Civio está personada en el juicio abierto tras la demanda de Novartis contra la resolución del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno que estima que la resolución con el precio y las condiciones de financiación de Zolgensma deberían ser públicos, tal y como defendía nuestra organización. Aunque ya conozcamos el precio unitario de cada tratamiento, seguiremos peleando en los tribunales para sentar un precedente judicial y poder conocer las cláusulas de financiación que se han acordado por Zolgensma. Puedes consultar la cronología y la documentación de este caso aquí.

Además, la Fundación Civio también está personada en un segundo juicio, esta vez abierto tras los recursos presentados por Novartis y el Ministerio de Sanidad contra la resolución del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno que estima que la resolución con el precio y las condiciones de financiación de Luxturna deberían ser públicos, tal y como argumenta nuestra organización. De nuevo, aunque ya sepamos el precio unitario de cada tratamiento, continuaremos batallando en los tribunales para lograr un precedente judicial y poder saber las cláusulas de financiación que se han negociado por Luxturna. Puedes consultar la cronología y la documentación de este segundo procedimiento aquí.

Metodología

Han colaborado en esta investigación Eva Belmonte y David Cabo.

Los precios por tratamiento -sin IVA- de Zolgensma (Onasemnogén abeparvovec) se han extraído de la adjudicación por adquisición de medicamentos que ha realizado el sistema de salud de Castilla y León (Gerencia de Asistencia Sanitaria de Zamora) y del acuerdo marco por este tratamiento en Andalucía (Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba).

Los precios por tratamiento -sin IVA- de Luxturna (Voretigene neparvovec) se han extraído de las adjudicaciones por adquisición de medicamentos que han realizado los sistemas de salud de Andalucía (Hospital Universitario Virgen de la Macarena de Sevilla) y de Osakidetza, el Servicio Vasco de Salud.

El contrato de suministro de Luxturna del Institut Català de la Salut (Hospital Universitario de Bellvitge) está disponible en su página web de contratación pública y, aunque detalla el precio unitario por cada tratamiento, en realidad se trata del coste máximo de Luxturna, no el importe real que se paga. Hemos preguntado al Gabinete de prensa del Hospital Universitario de Bellvitge sobre este contrato y el precio unitario efectivo, sin obtener respuesta al cierre de este artículo.

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