Tenemos novedades sobre las exclusiones médicas que impiden a quienes padecen determinadas enfermedades formar parte de algunos cuerpos públicos. Un tema sobre el que vigilar con detalle la letra pequeña ha contribuido a corregir situaciones de discriminación en el pasado, y que puede seguir haciéndolo.

En mayo, una información de Civio sobre la decisión del Ministerio de Interior de vetar a todas las mujeres con endometriosis y a pacientes de otras enfermedades el ingreso al Cuerpo Nacional de Policía generó polémica. No solo resultaba inédita, ya que otros cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado solo excluyen aquellos casos en los que resulte “incapacitante”. Además, especialistas en tratar y estudiar algunas de estas enfermedades calificaron su veto generalizado de “barbaridad”, de “denigrante” y de “discriminación absoluta”. ¿Por qué? Porque, en el caso de la endometriosis, nos recuerdan que esta enfermedad ginecológica no incapacita a la mayoría de las mujeres que la padecen, y que muchas pueden hacer vida normal con un tratamiento. Lo mismo sucede con otras dolencias.

Desde entonces, se han producido algunos movimientos encaminados a revertir esta exclusión generalizada decretada por Interior, sin atender a las circunstancias individuales.

Primero, en el Congreso de los Diputados. Citando la información de Civio, el Grupo Parlamentario Ciudadanos presentó una proposición no de ley instando al Gobierno a modificar su Real Decreto para eliminar el veto a la endometriosis como patología imposibilitante para ser policía nacional cuando no fuese incapacitante. Con 30 votos a favor y 4 en contra, la proposición para que Interior rectifique su decreto pasó el primer trámite y sigue su recorrido en la Cámara. El Grupo Parlamentario Popular pidió además eliminar la exclusión a quienes llevan lentes fáquicas, intraoculares, para corregir su vista, pero ese punto de la enmienda no fue admitido.

Primera página de la instrucción | circular de CEP

Y, más recientemente, eldiario.es ha informado de que la Policía Nacional ha emitido una instrucción interna para que se interprete el decreto del ministerio de forma distinta a lo que en realidad dice. Según esta información, solo se vetaría el acceso a quienes padecen endometriosis y otras patologías en casos en que sea incapacitante para el puesto y tras un informe médico individual. Consultadas la semana pasada, ni el área de prensa, ni procesos selectivos ni personal del Cuerpo Nacional de Policía reconocieron la existencia de esta instrucción, de la que el sindicato CEP (Confederación Española de Policía) sí se ha hecho eco en una circular informativa.

Independientemente de esta instrucción interpretativa, el decreto ley que instaura exclusiones generales, sin atender a circunstancias individuales, dice una cosa distinta a ella, y sigue vigente y a expensas que el Gobierno resuelva dar marcha atrás reformándolo. Desde Civio pensamos que es el camino a seguir y no sería la primera vez.

Marcha atrás con la psoriasis y el vitíligo

En 2019, Civio adelantó que, pese haberse acordado en Consejo de Ministros el año anterior que eliminaría la psoriasis de su lista de exclusiones para determinados empleos públicos (junto con el VIH, la diabetes y la celiaquía), esta enfermedad de la piel volvía a figurar en el catálogo, impidendo el ingreso a los centros docentes militares de formación. Lo hacía camuflada bajo una denominación más genérica: dermatosis extensas y generalizadas. Lo mismo con otra enfermedad de la piel, el vitíligo. Tras esta información, el Gobierno tuvo que corregir y matizar que dichas exclusiones debían ser motivadas “de forma individual con un informe técnico del servicio médico correspondiente”.

Otras exclusiones cuestionadas

Hoy, la ausencia de genitales y gónadas, junto con sus malformaciones y anomalías congénitas, siguen impidiendo el ingreso en el Ejército y en la Guardia Civil. Llevar lentes fáquicas, intraoculares para mejorar la vista inhabilita para ser policía nacional, según el decreto de Interior. No son solo asociaciones de pacientes, sindicatos y personas que desean opositar a estos cuerpos quienes consideran injustas algunas de estas exclusiones generales. También fuentes expertas en esas afecciones califican su veto de desfasado, incoherente o discriminatorio.

Algunas de las exclusiones médicas previstas en las convocatorias de ciertos empleos públicos resultan razonables para los expertos, y con ellas se pretende que las candidaturas demuestren un estado de salud idóneo para el puesto al que aspiran. Pero gran parte de las personas afectadas puede llevar una vida activa normal. Por eso, vamos a seguir prestando mucha atención a este tema y a decisiones discriminatorias que pueda generar.