No hay fiesta de verano, ni en pueblo ni en ciudad, sin su orquesta y su concierto. Eso sí, no todos los consistorios tienen fondos suficientes para pagar el caché que artistas de renombre piden por una actuación y, si lo hacen, a veces es a costa de invertir el presupuesto de festejos en casi su totalidad. Si no, que se lo digan al Ayuntamiento de Boadilla del Monte (Madrid) que ha pagado al grupo Taburete 90.000 euros (sin IVA) para que dé un concierto el 29 de septiembre. El informe de fiscalización del contrato, realizado por el propio ayuntamiento, ya avisaba de que este gasto, junto a otros anteriores, superaba lo presupuestado para ese área.

Pero, ¿cuáles podrían ser los gastos anteriores de festejos para que ya se hubiese gastado lo presupuestado? Pues nada más y nada menos que Raphael y los 120.000 euros que pagó el consistorio para que diese un concierto en junio de 2022. Aun así, la mayoría de los contratos no detallan qué parte de esa cantidad va a parar directamente a manos de Raphael o del grupo Taburete, ya que, en ese monto, muchas veces, se incluyen otras partidas como los equipos de sonido, la seguridad del recinto o lo que tienen que pagar a la SGAE por los derechos de autor. En otros contratos sí se especifica el caché: por dar un concierto en Linares, su ciudad natal, en el 2021, Raphael se llevó 100.000 euros, sin incluir otras partidas. En total, el ayuntamiento jienense terminó abonando 153.550 euros (sin IVA) con todos los gastos.

Aún más alto es el caché del artista internacional del hit Despacito, Luis Fonsi. El Ayuntamiento de Arrecife (Lanzarote) lo presupuestó en 123.000 euros. A esto se le sumaban los gastos de transporte del artista y su séquito que, como se especifica en los pliegos de la licitación, suponía hacerse cargo de los billetes y la estancia de dos noches para 29 personas. Además, “un mínimo de tres de las mismas deberá tratarse como vip en relación a billetes y estancia” [sic]. La suma de esta partida se presupuestaba en 45.000 euros. En total, el consistorio canario preveía gastarse en el concierto más de 180.000 euros incluyendo esas y otras partidas. Al final, y después de las negociaciones, acabaron pagando algo más de 150.000 euros por un concierto de 90 minutos como clausura de las fiestas de San Ginés de 2022. Eso sí, la entrada fue gratuita en este caso.

Algo menos cobró en 2018 Juanes, el de la camisa negra, por dar un concierto en las fiestas de Vigo. El caché del cantante fueron 74.380 euros, como especifica el contrato, que junto con el resto de la producción, terminó convirtiéndose en otro concierto que superaba los 125.000 euros.

La tortilla de patatas, que sea casera

Si el presupuesto del área de festejos no te deja salir de España para complacer a tus vecinos y vecinas, siempre puedes deleitarlos con el talento español. Por ejemplo, Lola Índigo cobró 47.000 euros de caché y Rozalén, por su parte, 41.000 euros por el mismo concepto, en sendos conciertos en julio de este año en la ciudad de Ceuta. Rosario Flores cobró algo más de 45.000 euros por una actuación en la Pobla de Mafumet en ese mismo mes. Más barato sale Camela, otro de los clásicos de las festividades, que cobró un caché de 22.000 euros por un concierto a principios de septiembre de este año en Lucena (Córdoba).

Entre la documentación de los contratos públicos no siempre encontramos información sobre los cachés, aunque sí algún que otro dato curioso. Sabemos que las Nancy Rubias y Fangoria coinciden en algunas de sus peticiones durante el tour de 2022 , como que sus camerinos tengan moqueta o alfombra y que haya al menos ocho toallas negras o de color oscuro en cada uno. El grupo de Mario Vaquerizo, además, exige 50 latas de mahou cinco estrellas y otras 30 de mahou clásica, y una botella de tequila reposado. Para comer, tortilla de patatas casera. Lo mismo pide la artista Rosario, aunque sin especificar lo de que sea casera. Y cambia el tequila por un whisky escocés.

Para conocer el caché de Fangoria y la Nacys Rubias tenemos que irnos a años anteriores. Por ejemplo, Fangoria cobró un caché de 45.000 euros por un concierto en septiembre de 2019 en Las Rozas (Madrid). Las Nacys Rubias, por su parte, cobraron 18.000 euros en ese mismo concepto por una actuación en octubre de ese año en Crevillente (Alicante).

Los contribuyentes disfrutan pero también pagan (de una forma u otra)

En 2018, el Ayuntamiento de Motril contrató a David Bustamante para que diese un concierto. El caché del artista era, por entonces, de 34.000 euros. En total, el consistorio pagó 20.000 euros por la actuación. Y no es que no salgan las cuentas, es que se trata de una forma bastante habitual de contratar en este tipo de festejos: el Ayuntamiento paga una parte al contratista y este, además, se queda con la recaudación de las entradas que, en este caso, se preveía que sumara 37.000 euros.

Lo mismo ocurre con los cuatro conciertos que contrató, en 2019, el Ayuntamiento de Lorca con una empresa de representación de artistas. Lo hizo el mismo día por el mismo importe: 14.995 euros cada uno. Los artistas eran Aitana, Macaco, Marea y Vanesa Martín. Las entradas a cada concierto costaban 25 euros con compra anticipada y 30 euros en taquilla. La fiesta se paga, bien sea mediante impuestos o en la misma puerta del concierto. O ambas.

Guijuelo: jamón y orquestas

En materia de orquestas, el poder adquisitivo del área de festejos vuelve a ser determinante. Si tu ayuntamiento puede permitirse pagar a las grandes conocidas, tendrás a la Orquesta Panorama o a Paris de Noia, entre otras. Algunos de los conciertos de Panorama durante 2019 y 2020 han rondado los 30.000 euros. ¿Los afortunados? Los vecinos de Mislata, Robledo de Chavela o Guijuelo, entre otros. Este último, en las fiestas de este año, no se ha conformado solo con una, Panorama, sino que también ha querido tener a Paris de Noia, cuyo contrato sumaba los 21.000 euros y a la orquesta Olympus, que le costó otros 20.000 euros.

Hemos revisado todos los contratos del sector público adjudicados o formalizados desde 2020 a junio de 2022, ambos inclusive, no cancelados, clasificados bajo los CPV 9231200, 92312100, 92312120, 92312130, 92312140, 92312200. Dentro de este listado hemos seleccionado aquellos contratos que tienen en el título la palabra “concierto”. En total, conseguimos seleccionar 738 contratos o lotes con el nombre de algún cantante conocido en el título.

No obstante, no pudimos comparar estos contratos entre sí porque cada concierto incluye cosas diferentes: algunos incluyen montaje de escenario, otros se dan en un lugar que no lo necesita, o tienen que incluir personal de seguridad para el recinto, etc. Por esta razón, pensamos que lo más acertado sería comparar el caché de cada artista por dar un concierto concreto. Esta variable -el caché- también puede cambiar, bien sea por la fama del cantante en un momento concreto o la fecha de ejecución del concierto, por ejemplo.

Fijándonos en los artistas cuyos contratos tenían más dinero presupuestado y revisando los documentos de más de 170 contratos, conseguimos conocer los cachés para conciertos concretos de los artistas que se citan en el texto. En el concierto de Bertín Osborne en Tres Cantos, el documento de formalización del contrato detalla que el caché es el mismo que el valor total del contrato sin IVA.

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