El cortijo de RTVE
El nuevo presidente ya dirigió RTVE entre 2002 y 2004. Más de la mitad de los 18 elegidos para llevar el timón de la televisión pública han sido diputados o han tenido vínculos directos con el partido de Gobierno. Muchos de ellos, además, carecían de experiencia en televisión
Radio Televisión Española (RTVE) es una corporación de titularidad estatal pero independiente. A menos, sobre el papel. Si es así, ¿por qué cada cambio de Gobierno viene acompañado de un cambio de presidente? Tras la dimisión de Echenique y la presidencia interina de Peñalosa -con toda una vida de servicios al PP a sus espaldas- el partido del Gobierno ha decidido poner al mando de la televisión pública a José Antonio Sánchez, que repite en el cargo. Dirigió RTVE entre 2002 y 2004. Entonces llegaba de trabajar en La Razón y ABC y ahora, en esta segunda ronda, lo hace desde Telemadrid, que dirige desde 2011. Está imputado por cinco delitos relacionados con el ERE de la televisión madrileña y, según El Mundo, aparece en los papeles de Bárcenas. Además, admitió en comisión parlamentaria que había trabajado para el PP.
Gracias a la reforma de 2012, si el Congreso no daba el sí al candidato del PP con una mayoría de 2/3 (para la que necesitaría contar con apoyos), bastaba con esperar 24 horas y aprobar su nombramiento por mayoría. Y así fue. En segunda ronda, el 22 de octubre, fue elegido presidente de la corporacion.
Sánchez es el último de una lista de 18 personas que han sido elegidas para dirigir la televisión pública desde el fin del Franquismo, muchos de ellos con vínculos directos con el Gobierno de turno. Y no nos referimos a simpatías personales por el partido: más de la mitad han sido diputados o han tenido cargos públicos de confianza anteriores. Y lo peor de todo es que muchos de ellos no tenían experiencia en el ámbito audiovisual.
Los gobiernos de UCD
Ya desde los primeros gobiernos de UCD, los directores generales de RTVE (el cargo mutó a ‘presidente’ en 2007) eran personas estrechamente ligadas al partido. El primero de todos ellos fue Rafael Anson, hermano del columnista y ahora presidente de la Real Academia de Gastronomía. Le sucedió Fernando Arias-Salgado, también hermano de un personaje importante de la Historia Española: el exministro Rafael Arias-Salgado.
Antes de tomar las riendas de la televisión pública, Fernando había pasado por varios altos cargos en un ministerio con poca relación con RTVE, el de Exteriores. De hecho, su carrera es la diplomática y ha sido embajador en Suiza y Reino Unido, entre otros. Cuando fue nombrado director general, su hermano era director general de Relaciones con las Cortes y estaba a punto de ser elegido secretario general de UCD.
Le sucedió -durante solo unos meses- Fernando Castedo, abogado del Estado con varios cargos franquistas a sus espaldas y además diputado del partido de Gobierno. También lo era su sucesor, Carlos Robles, un embajador que había sido ministro de Educación y Ciencia en el gobierno de Arias Navarro y, tras su paso por RTVE, pasó a ser senador y eurodiputado durante más de 13 años (primero de AP y luego del PP).
El último director general de los gobiernos de UCD fue Eugenio Nasarre, que llegaba al ente público tras sumar otros altos cargos en el Gobierno, como la Dirección General de Asuntos Religiosos, con poco vínculo audiovisual. Nasarre volvió a la arena política de primera línea en 1996, de la mano de Aznar, como Secretario General de Educación y miembro de su gabinete. A día de hoy sigue siendo diputado, es patrono de FAES y vicepresidente de la Fundación Valores y Sociedad, presidida por Jaime Mayor Oreja. Su participación como patrono de otra fundación, Humanismo y Democracia, fue la que le llevó a declarar ante el juez Ruz por el caso de los papeles de Bárcenas, cuando, además de admitir sobresueldos, reconoció que Álvaro Lapuerta, extesorero del PP, le dio dos sobres con 20.000 euros en efectivo como donativo para la entidad.
El Gobierno de Felipe González
Los primeros directores generales de RTVE que nombró el PSOE venían del ámbito audiovisual y no tenían vínculos directos con el partido. Era el caso de José María Calviño, abogado vinculado a la televisión pública desde 1970; y la directora de cine Pilar Miró, que ya había sido Directora General de Cinematografía. Pero, tras ella, volvieron los diputados. Fue el caso de Luis Solana, hermano de Javier Solana, miembro del grupo socialista en el Congreso durante cinco años y presidente de la entonces pública Telefónica durante otros siete.
El último director de ese Gobierno fue Jordi García Candau, que más tarde pasó a ser director general de la televisión pública de Castilla La Mancha, también gobernada por el PSOE, durante once años. En 2012, el juez admitió a trámite una querella en la que se le acusa de malversación de caudales públicos, fraude y prevaricación por el pago de informes fantasma durante su época al frente de RTVCLM.
El Gobierno de Aznar
Cuando José María Aznar llegó al poder en 1996 sorprendió a muchos eligiendo para dirigir la televisión pública a una jovencísima -entonces tenía 31 años- Mónica Ridruejo, asesora financiera y sí, sobrina de Pitita. Después de dirigir la televisión pública se convirtió en eurodiputada del PP durante cinco años. Ha trabajado en Vodafone y ha sido patrona del Reina Sofía. Es pintora y estuvo casada con Santiago Cervera, expresidente del PP navarro.
El siguiente en la lista, Fernando López-Amor, siguió un esquema laboral que se repite: primero fue diputado (del PP, claro), dirigió RTVE, con la experiencia ya aprendida pasó a presidir Hispasat y, con la aventura privada finalizada, regresó a su casa, el Congreso de los Diputados. Le sucedió Pio Cabanillas, al que José María Aznar le encargo la dirección de la televisión pública justo antes de nombrarle ministro portavoz del Gobierno. Ahora es consejero de Torreal, la compañía de inversión de la familia Abelló.
Tras éste, cambió el rumbo y RTVE se puso en manos de un entendido en la materia, Javier González Ferrari, que habia estado en la Ser, Cope, Telemadrid… y antes de ser cura fue monaguillo: durante la primera legislatura del PP dirigió RNE y los informativos de RTVE. En 2002 dejó la dirección general de la cadena para presidir Onda Cero y le sucedió José Antonio Sánchez, quien, si todo sale como está previsto, repetirá como presidente en 2014.
El Gobierno de Zapatero
La siguiente legislatura arranco con la dirección de la catedrática en Comunicación Audiovisual Carmen Caffarel, que luego fue nombrada directora del Instituto Cervantes. Sus cargos públicos acabaron con el cambio de Gobierno. Le sucedió Luis Fernández, que había sido director de informativos en La Ser, Canal + y Telecinco. Cuando dejó la presidencia de la televisión pública por la retirada de la publicidad, se embarcó en una carrera internacional en firmas audiovisuales como Univisión y Telemundo.
El siguiente fichaje había sido diputado y ministro, sí, pero no del PSOE, sino de UCD. Era Alberto Oliart y dimitió tras conocerse que RTVE habia adjudicado un contrato a una empresa en la que su hijo era administrador. El puesto quedó vacante y, con las elecciones a la vuelta de la esquina, así siguió hasta que llegó un nuevo Gobierno.
El Gobierno de Rajoy
Leopoldo González-Echenique, abogado del Estado de la promoción del 96 (como su mujer, consejera de Abertis, el marido de Soraya Sáenz de Santamaría y otro altos cargos en lo público y en lo privado), había sido elegido para otros puestos destacados en el anterior gobierno del PP, el de Aznar, como el de Director General para el Desarrollo de la Sociedad de la Información. De hecho, antes de que llegara Zapatero al poder, recibió la Gran Cruz del Mérito Civil de manos de Ana Palacio. El regreso del PP al poder, esta vez de la mano de Rajoy, le volvió a colocar en lo público como presidente de RTVE. Tras su dimisión el pasado 25 de septiembre, el presidente en funciones es José Manuel Peñalosa Ruiz, una persona con un largo historial de servicios al partido.
Fue concejal de Zamora, vicepresidente de la Diputación, presidente del partido en la provincia, senador y diputado. Dejó este último cargo cuando salió a la luz el Caso Zamora, un juicio de financiación ilegal por el cobro de unas supuestas comisiones de obras por la Diputación de Zamora que se cerró en falso. Se quedó sin acta de diputado. Pero no se alejó mucho del hemiciclo. Pasó a ser asesor del grupo parlamentario, de ahí a asesor de RTVE, luego fue elegido miembro del consejo de administración de la televisión pública y, hasta el nombramiento de Sánchez, presidente en funciones.
- Bola extra: Juan Luis Cebrián fue director de los servicios de informativos de RTVE durante el Franquismo. En concreto, en 1974.
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