La mitad de los eurodiputados no da cuenta de reuniones con los lobbies
La regulación del Parlamento Europeo tiene un fuerte carácter voluntario. Frente al 90% de los eurodiputados suecos, daneses o finlandeses que informan de algún encuentro con grupos de interés, solo uno de cada diez parlamentarios griegos, polacos y búlgaros lo hacen.
Poco más de la mitad de los eurodiputados han dado cuenta de al menos una reunión con algún grupo de presión. Esto supone que 346 de los 705 miembros del Parlamento Europeo no informa de ningún encuentro con lobistas. Y la situación actual lo permite.
La regulación de la transparencia del lobby de la Eurocámara tiene un fuerte carácter voluntario y solo obliga a rendir cuentas de aquellas reuniones con actores privados, organismos públicos u oenegés cuyo objetivo sea influir en las políticas o en la toma de decisiones de las instituciones europeas. Y no a todos los parlamentarios: solo a los ponentes y presidentes de una comisión y durante la redacción de sus informes. Aunque el Parlamento acaba de aprobar un endurecimiento de los registros de lobistas, todavía queda mucho por hacer.
Eurodiputados (MEPs) que informan –de forma obligatoria y/o voluntaria– de reuniones por país de origen
Así, entre obligatorios y voluntarios, 359 diputados, algo más de la mitad de la cámara, rinde cuenta de al menos una reunión. Los que no lo hacen pueden no haber tenido ningún contacto con un grupo de presión, aunque es poco probable. Las diferencias según la procedencia son notables: más del 90% de los parlamentarios suecos, daneses y finlandeses han informado de reuniones. Los peores ejemplos están entre los diputados griegos, polacos, búlgaros y letones, de los que menos del 13% rinde cuentas.
En España, ningún eurodiputado de VOX, Junts per Catalunya, Anticapitalistas, EH Bildu o PSC difunde ninguna reunión en su perfil oficial del Parlamento. Por su parte, algunos miembros de PP, PSOE y Ciudadanos sí que publican y otros no: solo dos de 13 en el caso de los populares, 13 de 20 en el de los socialistas y 4 de 6, los naranjas. Esto incluye tanto contactos cuya publicación es obligatoria –por ser ponentes o presidente de comisiones– como voluntaria. El resto de partidos españoles, que cuentan con uno o dos representantes, sí que informan de alguna reunión.
Así, además del país de origen, el grado de transparencia también tiene relación con la familia política. Solo rindieron cuenta de reuniones nueve de los 74 eurodiputados del grupo Identidad y Democracia, que contiene a partidos de ultraderecha como Lega (Italia), Rassemblement national (Francia) o Alternative für Deutschland (Alemania). Los grupos más numerosos se sitúan más o menos cerca de la media, con un 40,57% de los populares europeos y un 58,62% de los socialistas incluyendo información de alguna reunión en sus perfiles online. El grupo de los Verdes casi hace pleno: 70 de sus 73 miembros han registrado reuniones.
Buena parte de la estrategia de rendición de cuentas pasa por el Registro de Transparencia. En este registro se inscriben las empresas, asociaciones comerciales, consultoras, entidades públicas, think-tanks, universidades, etc. que quieren influir en las políticas europeas.
Más allá de lo que aplican los Estados miembro
Pese a todo, para el eurodiputado Daniel Freund, las normas de transparencia europeas “son bastante buenas”. “De hecho, van más allá de las que aplican la mayoría de Estados miembro a nivel nacional”. En el caso de España, el Congreso aprobó en abril de 2019 un primer acuerdo sobre la transparencia de las reuniones entre diputados y lobbies, que reeditó el 1 de octubre de 2020 y se extendió al Senado.
Dos años después de su primera entrada en vigor, solo un tercio de los diputados publica sus agendas, aunque de forma incompleta, ya que muchos solo informan de su actividad parlamentaria, sin mención a sus encuentros con grupos de presión, como adelantó Europa Press. Tras la publicación de este artículo, el número de diputados que publica su agenda en la web del Congreso pasó de 34 a 106. Mientras, los senadores aún no publican las agendas en sus perfiles oficiales. Fuentes del Senado achacan “el retraso” a que se encuentra en fase de desarrollo web.
Y esto es en el Parlamento Europeo, en el caso de la Comisión, las exigencias son algo mayores. Los comisarios, sus asesores y directores generales solo podrán atender a organismos registrados. Eso sí, el resto de contactos –asistentes y miles de funcionarios– quedan por debajo del radar. “Muchos de aquellos que no están registrados continúan teniendo reuniones a niveles más bajos a los que no llega el registro de transparencia”, explica a Civio Daniel Freund, miembro de Los Verdes alemanes.
Además, entre otros beneficios de figurar en el registro está acceder a las instalaciones de la Comisión y, también, del Parlamento. “Los lobistas vienen con diferentes formas y tamaños. No todos llevan una acreditación diciendo que son lobistas. A veces actúan de forma discreta con pequeños regalos u otras ofertas para que [los diputados] se familiaricen con sus productos”, cuenta Freund, para quien el registro de transparencia de la UE –tanto para Comisión como Eurocámara– “es genial sobre el papel aunque, demasiado a menudo, observo como hay lobistas que hacen declaraciones falsas o incompletas”.
Opacidad de la Comisión hacia el Parlamento
Las críticas por la poca transparencia de la Comisión Europea en sus negociaciones y contratos con las farmacéuticas para el desarrollo y adquisición de vacunas contra la Covid-19 arrecian desde la propia Eurocámara, que ha recibido la información a cuentagotas. “La compra de vacunas ha sido completamente opaca, incluso para nosotros los parlamentarios”, lamenta Freund. Este proceso ha sido uno de los últimos grandes enfrentamientos entre ambas instituciones europeas. “Las negociaciones se han producido a puerta cerrada y ni siquiera sabemos quién negoció exactamente los contratos en nombre de los Estados miembros”.
De forma unilateral, el Gobierno de España hizo público que César Hernández, jefe del departamento de medicamentos de uso humano de la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) sería su representante. Y el periódico belga Het Laatste Nieuws publicó que Richard Bergström, ex director general de la European Federation of Pharmaceutical Industries and Associations (EFPIA), sería el representante de Bélgica. La Comisión ha rechazado tanto confirmar estos nombres como hacer públicos los de los representantes de Francia, Países Bajos, Alemania, Italia y Polonia. “La Comisión no puede coger el dinero de los contribuyentes europeos y gastarlo sin ninguna rendición de cuentas”, denuncia el eurodiputado.
“La compra de vacunas ha sido completamente opaca, incluso para nosotros los parlamentarios”
“Los precios de las vacunas son públicos desde hace tiempo, y creo que es una prioridad”, defiende Andy Powrie-Smith, director ejecutivo de Comunicación y Alianzas de la EFPIA. “La mayoría de los contratos están disponibles online”, afirma. Aunque se trata de una verdad a medias. Un despiste de la Comisión Europea permitió acceder a algunos detalles del contrato con AstraZeneca que habían sido censurados. Aunque la comisaria de Salud, Stella Kyriakides anunció en enero que los eurodiputados podrían acceder al contrato de CureVac, buena parte también fue ocultada, según Euroactiv. Y Pfizer y BioNTech también aceptaron darles acceso; sin embargo, nada ha trascendido al público general.
“Es evidente que la Comisión Europea no está siendo transparente del todo, lo que ha funcionado muy bien para la industria farmacéutica, pero no para el control democrático”, opina Oliver Hoedeman de Corporate Observatory Europe. Esta organización lleva años denunciando el papel de los grupos de interés en las instituciones europeas y publicó el pasado mes de abril una investigación sobre las presiones de las empresas farmacéuticas. “La Comisión trata a los miembros del Parlamento como champiñones: los mantiene a oscuras y los alimenta con estiércol. Es democráticamente injusto y conlleva una mala gobernanza”, sentencia Hoedeman.
“La transparencia de la Comisión en todo el proceso ha sido un afrenta al Parlamento”, coincide el eurodiputado alemán. Y es que la situación viene de lejos. “Es frecuente que [los lobistas] influyan en los proyectos de ley antes de que otras instituciones puedan verlos. Es bastante problemático que los representantes de la industria y los negocios sepan más y antes sobre potenciales legislaciones que nosotros”.
El agujero negro del Consejo Europeo
El Parlamento Europeo aprobó recientemente una resolución para obligar por primera vez a todas las instituciones a registrar todas las reuniones con los grupos de presión. La medida incluye al Consejo de la Unión, la institución que reúne a los 27 jefes de estado, que hasta la fecha participaba como mero observador. Es decir, la transparencia del Consejo Europeo era un agujero negro al lado de Comisión y Parlamento. La falta de regulación “dejaba un amplio margen a los lobbies sin registrar para aproximarse a ministros, diplomáticos o embajadores”, explica el eurodiputado Daniel Freund. Sin embargo, en su aprobación, parte de la Eurocámara afeó que el alcance de la nueva resolución podría haber sido mayor, ya que las reuniones con los representantes permanentes, es decir los embajadores de cada país ante la UE, seguirán siendo voluntarias.
Presidencia patrocinada por…
Las presidencias del Consejo Europeo, que ejercen de forma rotatoria los estados miembro durante seis meses, aceptan patrocinadores. Como si de un equipo de fútbol se tratase, pero con un órgano de gobierno de la Unión. “Una práctica lamentable”, según Corporate Observatory Europe y criticada por el Defensor del Pueblo de la Unión, que si bien Alemania, el anterior presidente de la UE, interrumpió, Portugal, el actual, ha recuperado. Lisboa defiende los patrocinios de tres empresas del país debido a los “significativos” gastos de funcionamiento. Antes, entre otras empresas, Peugeot y Citröen patrocinaron la presidencia croata de 2020 y en 2019, BMW, la de Finlandia y Coca-Cola, Renault y Mercedes, la de Rumanía.
La nueva regulación hará que la inscripción en el actual registro de transparencia sea una condición previa obligatoria para que los lobbies realicen sus actividades. Las tres instituciones deberán, además, establecer instrumentos paralelos para certificar su cumplimiento. Y es que, ahora, la institución presidida por Charles Michel no participa del registro conjunto de Comisión y Parlamento y sus normas solo se aplicaban a la presidencia rotatoria del Consejo, que ejerce un estado miembro durante un semestre.
Para Corporate las instituciones de la UE “son muy vulnerables a la apropiación empresarial” debido, según ellos, “a la falta de voluntad política para reconocer que esto supone un problema”. Así, “las regulaciones sobre el lobby están a medio camino, centradas en la transparencia más que en medidas para prevenir esta apropiación empresarial”. La transparencia de las agendas de los representantes europeos es tan solo un primer paso.
Este artículo forma parte de SceMaps, un proyecto financiado por la Unión Europea.
Este hecho no ha afectado a la imparcialidad e independencia del artículo.
Metodología
Para los datos de los eurodiputados que publican reuniones extrajimos mediante python el pasado 28 de abril esta información de sus perfiles oficiales del Parlamento Europeo. Los datos recogidos hacen referencia tanto a las reuniones publicadas por obligación, al ser el diputado o diputada ponente o presidente de comisión, como aquellos que lo hacen de forma voluntaria, sin diferenciación. Los datos obtenidos están disponibles en datos.civio.es.
Seguimos el mismo procedimiento para conocer qué miembros del Congreso de los Diputados informan de sus agendas, con mayor o menor detalle y calidad. Publicamos también estos datos en detalle en nuestro propio portal de datos abiertos.
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