La Comisión Europea ha publicado el contrato firmado con la farmacéutica AstraZeneca para el suministro de su vacuna contra la COVID-19. La misma que este viernes 29 de enero ha recibido la luz verde de la Agencia Europea del Medicamento y de la Comisión Europea y se incorporará, en cuanto se reciba, a la estrategia de vacunación de los estados miembros.

El contrato con la farmacéutica que ha publicado la Comisión consiste en un documento de 41 páginas con tachones en, al menos, 26 de ellas. Ya conocíamos parte de información, como el precio inicial de las vacunas o el valor mínimo del contrato, de unos 870 millones de euros, que según anunció el Gobierno podría aumentar hasta un 20%. Sin embargo, gracias a los marcadores del documento podemos tener algo más de información, tal y como alertó en Twitter Gareth Corfield. No tenemos todos los detalles, pero sí ciertas pistas.

Así, el anterior ministro de Sanidad Salvador Illa ya contó en rueda de prensa que los precios iniciales (2,9 euros por dosis, a pagar entre la Comisión y cada país que reciba las dosis) podían subir un 20%. Lo que se puede leer en el contrato es que ese 20% extra no es un porcentaje máximo, un tope. Si los costes que alegue la farmacéutica -y, por tanto, el precio final a pagar- superan ese 20%, AstraZeneca tendría que avisar y argumentarlo. Pero podría pasar.

Entre la lista de costes que puede alegar la empresa y que pueden influir en la factura final, y que conocemos tras levantar parte de esos tachones, están los de tipo impositivo, laboral –que incluyen el pago de las horas extraordinarias o primas–, o de funcionamiento –”una asignación justa y razonable”-, según el contrato.

Esos 870 millones y 2,9 por dosis son un mínimo, pues. Y es que el precio de estas vacunas no está cerrado de antemano. Así, la farmacéutica pasará costes finales y reclamará las cantidades, según entendemos de las comunicaciones oficiales hechas hasta ahora y lo que se puede ver de ese contrato. Eso sí, no sabemos si las partes que no hemos podido destapar añaden más información relevante a esta mecánica.

Además, en caso de que el sobrecoste sea superior al 20%, AstraZeneca y Europa podrían acordar pagar más o recibir menos dosis, como se puede leer en el documento. El contrato inicial establecía un abastecimiento de 300 millones de dosis, ampliables en otros 100 millones, según anunció la Comisión a finales de agosto de 2020.

En el contrato se ocultan varias de las fechas pactadas para la entrega de estas 400 millones de dosis, aunque sí que podemos ver que, en caso de requerir un volumen adicional, AstraZeneca lo hará al precio acordado, al menos hasta el 1 de julio de 2021, “a menos que AstraZeneca determine de buena fe que la pandemia de COVID-19 no ha cesado” en esta fecha.

Hemos añadido anotaciones en el texto original con las partes que hemos podido conocer a través de los marcadores del documento y que puedes consultar a continuación:

En la versión publicada esta mañana, no todos los tachones se podían desvelar: algunas páginas del contrato eran hojas escaneadas, lo que impide la detección de los marcadores, y por tanto, descifrar parte de la información oculta. De hecho, el enlace al documento publicado esta mañana ya no funciona y lo han reemplazado por una versión totalmente escaneada. Este ha sido el único freno que ha puesto en marcha la Comisión -tarde- para evitar que se difundieran partes tachadas de su acuerdo con AstraZeneca.