El BOE recoge hoy el nombramiento de Fernando Villalonga como nuevo embajador de España en Brasil. Villalonga ha pasado por varios puestos de responsabilidad en gobiernos del PP (Generalitat Valenciana, Ayuntamiento de Madrid y Ministerio de Asuntos Exteriores en época de Aznar) y en Telefónica, donde fue presidente de su fundación.

Miembro de la carrera diplomática, era consejero de asuntos culturales en la embajada de Londres. Esta es la primera vez que ocupa un puesto de embajador, aunque ya había sido cónsul en Nueva York.

Su carrera política, eso sí, es mucho más prolífica. Fue conseller de Cultura en la Generalitat Valenciana de Eduardo Zaplana,. Más tarde, Aznar le nombró Secretario de Estado de Cooperación Internacional. Durante un tiempo fue, además, diputado en el Congreso por el PP.

Su último alto cargo en la política fue el paso por el Ayuntamiento de Madrid de Ana Botella, primero como concejal delegado -un puesto a dedo para colocar a personas que no habían sido elegidas en las elecciones y que el Constitucional tumbó-, luego como presidente de las empresas públicas destinadas a la cultura y al turismo y los congresos, hasta llegar a hacerse con el liderazgo de Madrid Destino y ser el responsable en el Ayuntamiento de la candidatura de Madrid 2020.

Durante esa época protagonizó varias polémicas, como cuando lanzó comentarios machistas hacia Paloma O’Shea, los recortes en Cultura o el uso de voluntarios para suplir a trabajadores.

En lo privado, ha sido director de la Fundación Telefónica, empresa que presidió su primo, Juan Villalonga. Además, dirigió el despacho de arquitectura de Santiago Calatrava.

Buenos días.