
Los exiliados nicaragüenses nacionalizados españoles por decreto ya son más que los deportistas
En 2024 se concedieron 60 cartas de naturaleza, casi la mitad que en 2023.
Para la gran mayoría de personas extranjeras, obtener la nacionalidad es un camino difícil, lento y tortuoso, incluso para aquellos que han nacido en España. En paralelo discurre la vía rápida: las cartas de naturaleza, nacionalizaciones por decreto que se aprueban “cuando en el interesado concurren circunstancias excepcionales”, dice la norma. Y, en las últimas tres décadas, la circunstancia excepcional más repetida siempre es la misma: el deporte. Pero 2024 le ha dado la vuelta a la tendencia.
Fichar deportistas ya no es la primera razón del ránking para convertir en español, a dedo, a una persona de otro país. Si excluimos de los datos a los sefardís, que eran mayoría abrumadora hasta que una ley lo reguló, el grupo más numeroso de todas las personas nacionalizadas por decreto desde 1993 es el de los exiliados o expulsados por el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua.
En grandes bloques y desde que se empezaron a aprobar estas concesiones en 2023, ya son 145 las personas llegadas de ese país que son españolas por decreto, entre periodistas, activistas y políticos.
Si miramos el total de los datos, los 595 nacionalizados por decreto entre 1993 y 2024, pasan a ser los más numerosos. Y pasan a un segundo lugar los 126 deportistas con carta de naturaleza concedida en estos 32 años.
Entre el resto encontramos personalidades de la cultura (80), políticos y diplomáticos (56) y víctimas del terrorismo y sus familiares (46). Lejos están los 22 científicos y científicas y las nueve personas que obtuvieron ese reconocimiento por actos extraordinarios. Dos de ellos, de hecho, son de 2024: dos jóvenes de origen marroquí que salvaron a un hombre que se estaba ahogando.
En 2023, el Gobierno concedió 108 cartas de naturaleza, una cifra récord. La gran mayoría, 98, eran nicaragüenses. En 2024 la cifra ha bajado: se han concedido 60.
En paralelo, miles de sefardíes
En estos datos no incluimos las cartas de naturaleza a sefardíes, descendientes de los judíos que vivían en España y fueron expulsados en 1492. Aunque durante mucho tiempo aparecieron en el boletín junto al resto de nacionalidades por decreto, desde 2015 se conceden a través de una vía distinta. La ley que lo regula estableció que, durante tres años, podían pedir y obtener la nacionalidad directa (sin tener que acreditar los dos años de residencia habituales) superando el examen de conocimiento de la sociedad española y, en algunos casos, el de lengua. Ese mismo 2015, por ejemplo, aparecen 4.271 cartas de naturaleza a sefardíes en el BOE, que desvirtuarían los datos de este artículo.
Ambas cifras están muy lejos de los números que suelen ser habituales por año, entre diez y veinte. En 2022, por ejemplo, se concedieron 19 cartas de naturaleza. En 2021, solo nueve.
La gran mayoría de esas 595 personas que suman el total son hombres, un 64% frente al 36% de mujeres.
Por países, Nicaragua, que solo tenía tres nacionalizados con ese origen antes de 2023, pasa a ponerse primera del ránking, con 148. Le siguen Cuba con 36 y Venezuela y Argentina con 34.
Por el momento, en 2025 se han aprobado dos de estos decretos, uno de ellos para Peter René Pérez, superviviente del Holocauso.
Los 60 de 2024
¿Quiénes recibieron esta nacionalidad por la vía rápida en 2024? 47, una inmensa mayoría, nicaragüenses exiliados o expulsados del país. El resto son, además de los dos jóvenes que rescataron a un vecino, deportistas. El más mediático de todos, con visita a Moncloa y foto con Pedro Sánchez incluida, fue Ilia Topuria. El campeón mundial de la UFC es español desde hace justo un año.
Pero no fue el único deportista en 2024, que además fue año olímpico. Le acompañan otros ocho, como la yudoka Malin Wilson, la lanzadora de jabalina Yulenmis Aguilar o Abraham Juom Maker Bol, canterano del Baskonia.
También Dean Huijsen, un futbolista de 18 años que, aunque nació en Ámsterdam, lleva desde los cinco años viviendo con su familia en Marbella y jugó en las categorías inferiores del Málaga. Y Mohammad Mottaghinia, de lucha libre, que ya participa en algunas competiciones como español. Esta noticia de Relevo cuenta su historia.
Todos ellos pasaron por esa vía rápida, algunos tenían una vinculación fuerte con España (llevaban años entrenando aquí cuando se aprobó el decreto) y otros, simplemente, lo recibieron para poder ficharles de cara a competiciones internacionales. Mientras, el colapso en las oficinas para obtener la nacionalidad por residencia, la vía ordinaria más habitual, se mantiene.
Metodología
Hemos descargado el BOE y estructurado y analizado a fondo los datos desde 1993 hasta 2024. Investigamos uno a uno cada nombre para saber quiénes eran y clasificarlos en nuestras categorías y subcategorías. Incluimos a los familiares de una persona en su misma clasificación. Por ejemplo, los familiares de una víctima del terrorismo estarán categorizadas como víctimas del terrorismo.
Somos conscientes de que la creación de categorías y subcategorías es una decisión subjetiva, pero hemos intentado clasificar todas las cartas de naturaleza de la forma más coherente posible.
Pudimos sacar 5.849 nombres, 5.254 de ellos son sefardíes. Del resto, 595, que son en los que nos centramos en este artículo, pudimos clasificar y conseguir información de la gran mayoría. En algunos casos nos fue imposible saber quiénes son, la mayoría porque se trata de nombres tan comunes en sus países de origen que es imposible asegurar con certeza de quién se trata y, además, no se anunciaron tras el Consejo de Ministros. No hay un criterio que aclare cuándo se anuncian estas decisiones y cuándo no, y queda a libre decisión del gobierno de turno, según le interese o no anunciar esta medida en cada uno de los casos.
¿Por qué 1993? Recorrimos los decretos para abarcar el mayor tiempo posible, pero la estructura de los datos es más complicada cuanto más atrás nos íbamos y también lo era obtener información sobre quiénes eran esas personas. Decidimos que 1993 era una buena fecha porque nos daba legislaturas de gobiernos distintos y permitía tener una cifra redonda y bastante amplia, esos 32 años hasta el 31 de diciembre de 2024.
Este tema es una versión actualizada de otros artículos que publicamos en 2013, cuando tratamos por primera vez este asunto, en 2019, en 2023 y en 2024.
Puedes consultar todos los datos aquí
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