En 2016 el Gobierno concedió 27 indultos. Una cifra mucho menor que la registrada en años anteriores (75 en 2015, por ejemplo) y en línea con el descenso que arrancó en 2013. Pero, eso sí, esta cifra tiene truco: de enero a octubre, es decir, durante la mayor parte del año, el Gobierno estuvo en funciones.

Así, excepto los 12 que se aprobaron en el último Consejo de Ministros del año, el resto (15) fueron concedidos por un gobierno en interinidad. Pero, ¿puede un Gobierno en funciones conceder indultos? La ley que lo regula establece que “limitará su gestión al despacho ordinario de los asuntos públicos, absteniéndose de adoptar, salvo casos de urgencia debidamente acreditados o por razones de interés general cuya acreditación expresa así lo justifique, cualesquiera otras medidas”.

Mientras estaba en funciones, el Gobierno indultó dos veces a María Salmerón, una mujer condenada por un delito de desobediencia por incumplir el régimen de visitas de su exmarido, que había sido condenado por malos tratos y cuyo caso tuvo una amplia repercusión social y política. Pero el grueso de esas 15 medidas de gracia aprobadas durante la interinidad son los 13 indultos concedidos en Semana Santa, una tradición que el Ejecutivo no se saltó en 2016 pese a estar en funciones.

Todos los indultos de 2016

En total, durante 2016, sumando los concedidos en funciones y ya con el Gobierno nombrado, se aprobaron 27 indultos. Fueron a parar a condenados por delitos contra la salud pública (13), por insolvencia punible (3), por lesiones (2), por desobediencia (2), por estafa (2), por falsedad o falsificación de documento oficial (2), por delito societario de administración desleal (1), contaminación acústica (1) y robo (1).

La mayoría de los indultos, en términos absolutos, se sigue concediendo a condenados por delitos contra la salud pública, pero se trata de un área en la que se registra un número muy alto de penas. Así, si analizamos el número de concesiones frente al número de condenados, esto es, qué porcentaje de penados son indultados por tipo de delito desde 1996, el ranking es bien distinto: delitos contra el medio ambiente, delitos cometidos por funcionarios contra la libertad individual, prevaricación de funcionarios públicos y malversación suman los porcentajes más altos de medidas de gracia sobre el número de condenas.

Algunos de los casos más sonados de 2016 fueron: un promotor inmobiliario que estafó a varias familias vendiendo viviendas que no iba a construir, el dueño de un bar condenado por “ruidos intolerables” pese al precinto policial, un policía local de Caudete (Albacete) que falsificó un documento de puesta en libertad de un detenido que se había perdido, un hombre que dejó cicatrices en la cara a otro en una pelea en la puerta de un bar de Sant Boi del Llobregat (Barcelona) y dos empresarios que estafaron a sus socios (aquí y aquí).

Si los indultos de Semana Santa son sagrados, incluso con el Gobierno en funciones, este año no podía ser menos. El Consejo de Ministros del pasado 7 de abril no faltó a la tradición y concedió siete medidas de gracia solicitadas por las cofradías, que se suman a las 11 de febrero, que incluyeron a los funcionarios condenados por prevaricación del Ayuntamiento de Rota (Cádiz). Así, 2017 ya acumula 18 indultos. Por el momento.

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