“La atención primaria se está desangrando”, advierte Concepción Sánchez Pina, presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap). La carga de trabajo ha alcanzado niveles inéditos, incluso cuando lo más duro de la pandemia de la COVID-19 parecía haber quedado atrás. “Antes las cosas no estaban bien, pero con la pandemia se ha acrecentado muchísimo”, corrobora la médica de familia Lucía Gorreto, que trabaja en Baleares. Y eso se refleja en la presión asistencial, es decir, en el promedio de pacientes vistos al día por cada profesional, cuyas cifras no han parado de crecer en los últimos meses.

En 2022, la carga de trabajo en medicina de familia se ha mantenido o incluso ha empeorado en todas las comunidades que han proporcionado datos a Civio, salvo en Castilla-La Mancha. Entre las diez áreas sanitarias más saturadas se encuentran dos de la Comunidad Valenciana, cinco de Andalucía y tres de la Región de Murcia, que rondan una media de 40 consultas atendidas al día. Aunque la Comunidad de Madrid no ha ofrecido sus datos desagregados al nivel que solicitamos, dieciséis centros de salud, la mayoría en el sur de la región, han superado los 40 pacientes diarios de media. Cataluña, Galicia, Asturias y Cantabria no han querido dar sus cifras actuales de presión asistencial.

Las 10 áreas más saturadas en medicina de familia (2022)

Área de salud Comunidad autónoma Presión asistencial
Elx-Crevillent Comunidad Valenciana 43,30
Sevilla norte Andalucía 39,80
Área VIII (Mar Menor) Murcia 39,67
Torrevieja-Alicante Comunidad Valenciana 39,67
Área IX (Vega alta del Segura) Murcia 39,53
Jaén norte Andalucía 39,20
Sevilla este Andalucía 39,07
Córdoba sur Andalucía 38,80
Jerez costa noroeste Andalucía 38,30
Área III (Lorca) Murcia 38,30

Quienes trabajan en pediatría también están viviendo momentos muy complicados. En palabras de Sánchez Pina, la atención primaria en este ámbito se encuentra “completamente desbordada”. Los motivos, según la portavoz de la AEPap, son la falta de pediatras y el momento epidemiológico, con la circulación de virus que están afectando especialmente a los más pequeños. En 2022, la comunidad con peores datos ha sido Andalucía, donde se concentran nueve de las diez áreas sanitarias con mayor presión asistencial, cercana a los 30 pacientes atendidos al día. En la Comunidad de Madrid, cuya información se detalla a un nivel inferior al que pedimos, trece centros de salud han superado las 28 consultas de media. Sin embargo, la recomendación de la AEPap es que dicho promedio no supere los 20-25 pacientes al día por pediatra.

Las 10 áreas sanitarias más saturadas en pediatría (2022)

Área de salud Comunidad autónoma Presión asistencial
Jaén sur Andalucía 31,28
Córdoba sur Andalucía 30,25
Área III (Lorca) Murcia 29,36
Campo de Gibraltar este (Cádiz) Andalucía 29,31
Córdoba norte Andalucía 28,72
Metropolitano de Granada Andalucía 28,62
Jaén norte Andalucía 28,39
Sierra de Cádiz Andalucía 28,22
Sevilla este Andalucía 28
La Vega (Málaga) Andalucía 27,36

Por otra parte, en 2022 la presión asistencial máxima en enfermería se ha situado en torno a los 25 pacientes atendidos al día. Esta sobrecarga de trabajo se ha notado especialmente en Andalucía, que concentra siete de las diez áreas sanitarias más saturadas, seguida de Comunidad Valenciana, con dos, y Murcia, con una. No obstante, la presión asistencial fue mayor el año pasado. “Subió mucho por la realización de test y las vacunaciones”, explica Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública. En 2021, dos áreas sanitarias de Castilla-La Mancha (Mancha Centro-Alcázar de San Juan y Almansa) y una de la Comunidad Valenciana (Manises) fueron las que registraron un promedio récord de 40 pacientes vistos al día.

Las 10 áreas sanitarias más saturadas en enfermería (2022)

Área de salud Comunidad autónoma Presión asistencial
Metropolitano de Granada Andalucía 25,80
Manises Comunidad Valenciana 25,49
Costa del Sol Andalucía 25,48
Granada Sur Andalucía 25,13
Guadalquivir Andalucía 24,92
Sevilla Sur Andalucía 24,72
IV-Noroeste Murcia 24,71
Sevilla este Andalucía 24,62
Elx-Crevillent Comunidad Valenciana 24,39
Poniente de Almería Andalucía 24,37

¿Cómo afecta a los pacientes esa carga de trabajo?

“Menos de 10-15 minutos no permiten atender a una persona con un problema de salud relevante (en primera consulta)”, explica por correo José Ramón Repullo, jefe del Departamento de Planificación y Economía de la Salud de la Escuela Nacional de Sanidad. Sin embargo, si tenemos en cuenta los datos autonómicos, las cuentas no salen. En medicina de familia, por ejemplo, las 33,40 consultas diarias de promedio en Comunidad Valenciana implicarían una atención de apenas 8,98 minutos por paciente, mientras que un pediatra de Aragón, con una presión media a nivel autonómico de 22,60 niños al día, dispondría de 13,27 minutos para ver a cada uno. Los profesionales de enfermería de La Rioja, con la presión autonómica experimentada el año pasado, de 22,65 consultas diarias, únicamente habrían tenido 13,25 minutos por persona. Las fuentes entrevistadas explican que, para poder atender bien cada caso, al final las consultas se extienden más allá del horario laboral, cuando no pueden hacer descansos, a veces, ni para ir al baño. Según una revisión sistemática publicada en BMJ Open, los límites en el tiempo de atención pueden perjudicar la salud de los pacientes, además de incrementar la carga de trabajo y el estrés de los profesionales.

Por desgracia, la realidad es todavía peor que la que dibujan las cifras oficiales de los servicios de salud. “Nunca me he creído [los datos oficiales de presión asistencial]. Las medias son engañosas. Infracuantifican la realidad en la mayoría de los sitios”, dice el médico de familia Vicente Baos. En el centro de salud donde trabaja, ubicado en Madrid, la presión asistencial oficial en 2022 se ha situado en torno a las 36 consultas atendidas al día, cuando, según el médico de familia, es habitual que vean “entre 48 y 55 pacientes”. ¿Dónde está el truco? Para hacer el cálculo de los promedios, se estima el total de días laborables -sin restar las vacaciones- y se incluye el número total de personas en plantilla, sin tener en cuenta posibles ausencias. Baos pone como ejemplo su propio centro de salud, donde otro médico ha estado de baja durante ocho meses sin ser sustituido. Como consecuencia, el resto de compañeros se ha organizado para poder atender a sus pacientes, aunque, en los datos oficiales, la presión asistencial se calcularía como si la plantilla estuviera al completo.

“La presión asistencial que dan es mucho menor que la que tenemos. Los datos que hay están un poquito disfrazadillos”

Concepción Sánchez-Pina, presidenta de la AEPap

“La presión asistencial que dan es mucho menor que la que tenemos. Los datos que hay están un poquito disfrazadillos. Si dicen que [la presión] es de 30, ese pediatra tiene muchos días 40, ese es el truco”, coincide Concepción Sánchez-Pina. Otra limitación es que, al tratarse de medias por áreas sanitarias, los datos pueden no reflejar con fidelidad la mayor o menor saturación de los centros. Además, dependiendo de si estamos ante una población urbana o rural, los mismos promedios de presión asistencial pueden suponer en realidad cargas de trabajo diferentes, por ejemplo, debido a los desplazamientos que implica la atención sanitaria en los consultorios de los pueblos.

Los retrasos para tener cita en atención primaria

La intensa presión asistencial no sólo supone una mayor sobrecarga para los profesionales sanitarios, sino que también produce importantes retrasos para que una persona pueda ir a consulta. En España, según el informe anual del Sistema Nacional de Salud, publicado en 2021, el tiempo medio de espera fue de 5,8 días. La situación, por desgracia, no ha mejorado en los meses siguientes: de acuerdo con el barómetro sanitario, publicado en junio de 2022, el 65,7% de las personas entrevistadas esperó más de un día para ser atendida por su médico de cabecera. De este grupo, el tiempo medio para poder acudir a la consulta de medicina de familia se situó en 8,8 días, un tiempo excesivo de acuerdo con las fuentes consultadas.

“La atención primaria no se puede permitir esperas de más de tres días”, dice Nani Vall-Llosera, médica de familia en un centro de salud de Barcelona. Antes de la pandemia, la propia Vall-Llosera atendía entre “25 y 30 visitas diarias” y “no tenía demoras”. La situación ha cambiado de forma radical: en los peores momentos de 2022, llegó a atender a 70 pacientes al día, cifra que ahora ronda los 40, con tiempos de espera de siete días. La presión es similar a la carga asistencial que atiende Lucía Gorreto en Baleares (40 pacientes diarios), donde hay demoras en algunos centros de varias semanas. Para la médica Carolina Mir, que trabaja en Valencia, la experiencia resulta parecida: según cuenta a Civio, el tiempo de espera es “brutal”, con retrasos de hasta quince días, debido a una presión que atribuye a la “avalancha” de pacientes crónicos que no habían podido atender bien durante la pandemia.

Incluso en enfermería, donde los datos en 2022 han mejorado ligeramente, estamos lejos de alcanzar una cierta normalidad. “En el momento en el que te ves obligada a dar una cita para más allá de dos días, claro que tienes presión asistencial. No estás llegando”, afirma María José García, portavoz del Sindicato de Enfermería (SATSE). Según explica Sánchez-Bayle a Civio, “cuando a una persona le dan una cita en 8, 10, 15 o 30 días, tiene tres alternativas: esperar, a ver si las cosas se solucionan solas; acudir a un servicio de urgencias o a un seguro privado”. Según la patronal UNESPA, esta última alternativa no ha parado de ganar asegurados entre quienes pueden permitírselo. En 2021, Madrid era la región con mayor proporción de personas con seguros privados de salud (38,11%), seguida de Ceuta (36,09%), Melilla (33,12%), Cataluña (32,82%) y Baleares (30,10%).

Lejos de las recomendaciones de pacientes asignados

“Es una situación muy preocupante, con problemas muy graves en cuanto a demoras y con falta de profesionales y de presupuesto”, explica el portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública. Para valorar la posible carencia de trabajadores, un parámetro esencial suele ser el cupo asignado, es decir, el número de pacientes por profesional. Las organizadas consultadas por Civio recomiendan que la ratio máxima en medicina de familia sea de 1.500 personas, cifras que bajan hasta los 1.000 pacientes, en el caso de enfermería, y 900-1.000 en pediatría. En 2021, según datos del Ministerio de Sanidad, Baleares, Ceuta, Melilla y la Comunidad de Madrid superaban con creces el umbral en medicina de familia, mientras que, en pediatría, estas regiones, junto con Cataluña, tenían cupos más altos de lo recomendado. En el caso de enfermería, todas las comunidades incumplían las ratios recomendadas, aunque la peor situación estaba en Madrid, Ceuta, Baleares, Murcia, Melilla y Andalucía.

“Yo siempre he trabajado en ese volumen de 1.800 a 2.000 pacientes, nunca con menos”, afirma el médico de familia Vicente Baos. El colectivo de enfermería plantea críticas parecidas. “Tenemos muchas compañeras y compañeros cuyos cupos llegan casi a 2.000 personas en atención primaria. Con ese número lo que generamos es lista de espera donde no debería haberla”, sostiene María José García, portavoz de SATSE. En opinión de Sánchez Pina, presidenta de la AEPap, “la cifra de niños que tienen que ver los pediatras ahora mismo en Madrid y en Barcelona está muy por encima de las cifras que aconsejamos las sociedades científicas. Si sumamos el exceso de niños en los cupos de pediatría junto con el momento epidemiológico, [el profesional] no tiene tiempo para verlos bien”.

Media de pacientes asignados por médico/a de atención primaria

La comparación de los cupos asignados, eso sí, no es perfecta. “La frecuentación y cargas de trabajo que genera un cupo depende de la edad, de las comorbilidades y del nivel socioeconómico y cultural”, explica José Ramón Repullo, del Instituto de Salud Carlos III. El especialista pone como ejemplo un cupo formado por mucha gente mayor, que posiblemente tenga más enfermedades y fragilidad, lo que supone un mayor tiempo de atención. Lo mismo ocurre en pediatría, donde la población menor de un año requiere más cuidados por parte de los profesionales que les atienden. “La cifra del cupo dice poco de la complejidad”, corrobora la médica Nani Vall-Llosera. Aunque su cupo ronda las 1.550 personas, ella atiende a un porcentaje muy alto de población que presenta mayores necesidades al tener condiciones socioeconómicas muy duras, lo que suele implicar “mayor carga de enfermedad”.

La atención primaria, según Sánchez Bayle, ya tenía “un déficit crónico” antes de la llegada del coronavirus. La falta de suficiente inversión, los problemas de organización y la cada vez mayor complejidad de la asistencia sanitaria son solo algunas de las dificultades citadas por los especialistas. Pero el incremento actual en la presión está afectando de forma directa a unos profesionales ya agotados por culpa de la pandemia. Y las consecuencias son claras: “Se pierde seguridad, se pierde atención”, dice Vall-Llosera, que teme el mayor riesgo de equivocarse o de olvidarse cosas importantes en consulta. “Nuestra capacidad física y mental para cuidar se ve alterada. [La situación] es inhumana. No somos héroes”, zanja al otro lado del teléfono.

Hemos solicitado a las 17 comunidades autónomas y a las 2 ciudades autónomas (en este caso, al INGESA) los datos de presión asistencial por área de salud del periodo 2018-2022 a través de la Ley de Transparencia. Hasta noviembre de 2022, todas las CCAA han contestado con dichos datos a excepción de Galicia, Asturias, Cantabria, las áreas de salud de Tenerife, Gran Canaria y El Hierro, y Cataluña, que aunque proporcionó los datos del número de consultas totales y de profesionales en 2021, no nos entregó las medias de presión asistencial, ni tampoco el cómputo de días laborables para hacer los cálculos. Por su parte, la Comunidad de Madrid concedió acceso a la información desagregada por centros de salud, sin ofrecer datos relacionados con la presión asistencial en cada una de las direcciones asistenciales que conforman su área única de salud.

Teniendo en cuenta que pedimos los datos más recientes a cada administración, la media de presión asistencial de 2022 varía según la CCAA: Castilla y León incluía datos hasta junio de 2022; Aragón y Baleares hasta julio; Andalucía, Lanzarote, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja, Murcia y Navarra hasta agosto; y Fuerteventura y La Palma hasta septiembre de 2022. El resto de las CCAA que respondieron a la solicitud de transparencia dieron datos relativos a 2021.

Para calcular los minutos en los que se traduce la presión asistencial media, es decir, cuántos minutos puede dedicar un profesional a un paciente si tiene X pacientes al día, hemos tomado como referencia 5 horas de consulta (el resto del tiempo de trabajo estaría dedicado a labores de formación, investigación, etc.) Este tiempo es el que llevan años reclamando los expertos y las organizaciones como óptimo (aquí o aquí), aunque los profesionales con los que hemos hablado aseguran que en la actualidad no se cumple.

Los datos relativos al cupo de pacientes por profesional para los años 2018-2021 están publicados en el Sistema de Información de Atención Primaria (SIAP) del Ministerio de Sanidad. Las recomendaciones sobre los cupos asignados han sido realizadas por las organizaciones consultadas para este reportaje, con los matices que hemos expuesto.

Para confeccionar el mapa-buscador con todas las áreas de salud establecidas por el SIAP (170 áreas), contactamos con los distintos portales de transparencia y datos abiertos de cada CCAA. Todos tenían dicha información geolocalizada y descargable menos la Comunidad de Madrid. Nuestros numerosos intentos por conseguir sus 7 áreas de salud SIAP fueron infructuosos, nadie ha podido facilitarnos dicha información geográfica a día de hoy.

Con las áreas facilitadas por las 18 CCAA restantes, más los Centros de Salud geolocalizados en el caso de la Comunidad de Madrid, elaboramos el mapa general utilizando las herramientas Mapshaper para el procesamiento de los datos geográficos y Mapbox GL JS y d3.js para la confección del mismo en este Observable. Por último, el gráfico que muestra el cupo asignado por cada tipo de profesional también se ha realizado con Observable.

Puedes descargar los datos utilizados para esta investigación aquí. Si observas cualquier error, no dudes en escribirnos a [email protected]

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