Cultura de élite (I) El Reina Sofía
Las grandes empresas del país tomaron asiento en el patronato del museo tras la llegada del PP al poder pero gracias a una ley aprobada por el PSOE justo antes de perder las elecciones
El patronato del museo Reina Sofía está presidido por el empresario Guillermo de la Dehesa, vicepresidente del Santander. Carlos Solchaga, ministro de Economía y Hacienda durante el gobierno de Felipe González y consejero de varias empresas, es el vicepresidente de la pinacoteca. Ambos encabezan la entidad y son una buena muestra de cómo, entre los expertos en arte, empresarios y políticos se han ido colado en los organismos gestores de los grandes museos del país.
Además de los presidentes de honor -los reyes- y los once vocales natos -representantes del ministerio, las comunidades autónomas y otros organismos-, el patronato está formado por hasta 19 vocales designados directamente por el Ministerio de Cultura por un periodo de tres años.
En octubre de 2011, poco antes de que el gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero abandonara el Gobierno, el Congreso aprobó una ley que permitió la entrada a los grandes mecenas en el patronato del Reina Sofía. Hasta entonces, los vocales designados debían ser personas de “reconocido prestigio” en el mundo del arte: catedráticos, comisarios de arte, museólogos…. A partir de la aprobación de esa norma, se añadió una coletilla: también podían serlo aquellos que se habían distinguido “por sus servicios o ayudas al museo”, lo que significa que las empresas o personas que aporten ingresos pueden ganarse su asiento en el patronato.
No es un asunto trivial, puesto que el patronato es el organismo encargado de determinar la estrategia y líneas de actuación del museo, según esa misma ley. Eso sí, el gobierno socialista no tuvo tiempo de hacer uso de la nueva norma y elegir qué mecenas podrían ser los nuevos patronos del Reina Sofía.
Las grandes empresas se colocan en el patronato en 2013
Fue en octubre de 2013 cuando el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, hizo uso completo de esa norma y nombró por primera vez a una ronda de nuevos vocales en los que no figuraba ni un sólo nombre vinculado al mundo del arte. Todos ellos pasaban a formar parte del patronato en representación de sus empresas:
- Salvador Alemany, presidente de Abertis.
- César Alierta, presidente de Telefónica.
- Emilio Botín, presidente del Banco Santander.
- Isidre Fainé, presidente de Caixabank.
- Ignacio Garralda, presidente de Mutua Madrileña.
- Antonio Huertas, presidente de Mapfre.
- Pablo Isla, presidente de Inditex.
Antes, en febrero de 2012, Wert ya había nombrado como vocal del patronato a Miguel Ángel Cortés Martín, diputado del PP desde 1989, que fue Secretario de Estado durante el Gobierno de José María Aznar, primero de Cultura y luego de Cooperación Internacional.
Pero en esa ronda de patronos en la que se estrenó Wert sin duda el más destacado es Santiago de Torres Sanahuja. Licenciado en medicina y cirugía, suma un curriculum muy variado. En lo político, siempre durante el gobierno de Felipe González, fue Subsecretario de Cultura y Asuntos Sociales y adjunto al delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. En lo privado, fue consejero delegado desde abril de 2011 hasta agosto de 2013 de Tagua Capital, el fondo de inversión de Felipe González. Además, es presidente de la compañía biomédica Althia Health y consejero de Gawa Capital Partners (cuyo presidente es Antonio Garrigues Walker).
Los expertos
Completan el patronato del Reina Sofía, nombrados o reelegidos en su puesto por Wert y estos sí con reconocidas competencias en el ámbito artístico, el director de exposiciones José Capa, el catedrático de Historia del Arte Eugenio Carmona, el catedrático de Composición Arquitectónica Javier Maderuelo, la experta daliniana Montserrat Aguer, la comisaria Zdenka Badonivac y el museólogo Marcelo Mattos.
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