Los formularios, otra barrera a las solicitudes de información
El uso de formularios pone trabas innecesarias al acceso a la información y no es un método común en el resto de países de nuestro entorno.
¿Por qué no es recomendable usar formularios?
En primer lugar porque los estándares internacionales, entre otros el Convenio del Consejo de Europa sobre Acceso a Documentos Públicos, establecen que para solicitar información solo habrá que indicar la información que sea necesaria para poder contestar a la solicitud, y cuando se habla de identificación se pide simplemente un nombre para poder dirigirse al solicitante.
En el caso de los formularios, la gran mayoría exige mucha información, incluyendo el DNI. El peor de los ejemplos es sin duda Navarra que para solicitar información por vía electrónica exige un DNIe o certificado digital para acceder y a continuación datos como la dirección postal, el teléfono y el DNI. Esto es una interpretación muy extrema del artículo de la ley que indica que el solicitante debe identificarse y que va en contra de los estándares internacionales de acceso a la información (ver post sobre Navarra en tuderechoasaber.es).
En segundo lugar porque solicitar información debería ser algo rápido y sencillo, y todo trámite que se añada en el proceso de solicitud es un obstáculo innecesario que hace que mucha gente no realice sus solicitudes, haciendo así que la ley de transparencia pierda su eficacia. Tener que introducir todos los datos, sobre todo un el número de DNI, frena a mucha gente a la hora de solicitar información.
En tercer lugar porque el email es el medio de comunicación que usamos todos en nuestro día a día para comunicarnos, en nuestras relaciones laborales o personales. La administración debe adaptase a los nuevos medios. Por último, uno de los lemas de las políticas de gobierno abierto es que la administración tiene que estar donde estén los ciudadanos. Los ciudadanos usan el correo electrónico para comunicarse; los formularios en cambio distancian a la administración de los ciudadanos, al no saber éstos a quién se están dirigiendo, ni quién es la persona encargada de su solicitud, ambos también objetivos de las políticas de gobierno abierto que España y muchos otros países dicen estar implementando.
Algunos ejemplos recientes de malas prácticas:
La Comunidad de Madrid remite a un formulario, a un escrito y pide conocer para qué se pide una información sobre la ejecución presupuestaria del servicio madrileño de Salud. Todo trabas.
El Gobierno de Cantabria reclama identificación electrónica a un ciudadano que pide una copia del contrato público con una empresa para gestionar la incineradora.
¿Qué se hace en otros países?
Hemos realizado una encuesta en FOIAnet, la red mundial de expertos de acceso a la información, y hemos conocido la realidad en 13 países, Brasil, Bulgaria, Canadá, Chile, Estados Unidos, Georgia, Hungría, Italia, Jordania, Reino Unido, Rumanía, Ucrania y Uruguay. De esos 13 países solo 4 obligan a los solicitantes a enviar sus solicitudes vía formulario, Brasil, Chile, Georgia y Uruguay. Georgia ya ha aprobado una ley para poder enviar solicitudes vía email que entrará en vigor el 1 de septiembre de 2013.
Al preguntarles a expertos de estos y del resto de países todos se manifiestan claramente en contra del uso de formularios por diversas razones:
- Porque los formularios obligan a incluir información innecesaria.
- Porque antes de que la ley impusiera el uso de formularios, solicitar información era más sencillo.
- Porque no se puede hacer un seguimiento ni responder a la persona responsable.
- Porque en cualquier caso en aras de un mejor reconocimiento del derecho de acceso a la información lo mejor sería tener el mayor número de opciones para realizar solicitudes.
España está en estos momentos debatiendo su ley de transparencia, entre todas las recomendaciones para conseguir una ley eficiente y moderna, añadimos la de no usar formularios que exijan información innecesaria.
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