Fin de legislatura: estas son las leyes que se estaban tramitando y mueren aquí
59 proyectos de ley se quedan sin aprobar. Aunque algunas se han quedado a las puertas, frenadas en seco por el adelanto de elecciones, como ha pasado con la Ley de familias, la mayoría vienen de decretos ley que siguen en vigor.
La disolución de Congreso y Senado y, con ella, la convocatoria de elecciones para el próximo 23 de julio, pone fin a la legislatura. Como cada vez que eso ocurre, decenas de leyes a medio aprobar mueren ahí: da igual que estén a punto de ver la luz o les falte mucho camino, su historia ha terminado. Solo se volverán a debatir, tras las elecciones, si las nuevas cámaras deciden volver a presentar proyectos o proposiciones de ley sobre esos ámbitos y arrancar su trámite parlamentario, de nuevo, desde el principio.
Pasa, por ejemplo, con la Ley de familias, que el Gobierno y muchos medios de comunicación dieron por aprobada cuando se presentó el proyecto, y que incluía, entre otras muchas medidas, permisos para el cuidado de menores.
El Congreso sí puede convalidar el decreto ley de medidas contra la sequía y las olas de calor
Lo único que sí puede hacer la Diputación Permanente cuando las Cortes ya han sido disueltas en lo que a aprobación de normas se refiere es convalidar decretos ley, según su reglamento. Así, podrá decidir si aprueba o no el que incluye medidas para la sequía y las olas de calor y los descuentos en billetes de tren para jóvenes que se aprobó hace poco y que ya está en vigor.
A fecha de disolución de las Cortes, la web del Congreso registraba 59 proyectos de ley (propuestas presentadas por el Gobierno) y 157 proposiciones de ley (presentadas por grupos parlamentarios, comunidades autónomas, iniciativas legislativas populares o enviadas desde el Senado) en tramitación. Son muchas menos que las tramitadas (94 proyectos y 211 proposiciones) y no todas tienen el mismo peso: algunas llevaban años abandonadas; otras vienen de decretos ley ya convalidados y, por tanto, lo que querían aprobar ya está en vigor; y otras solo habían empezado su trámite parlamentario y era poco probable que, aun sin adelanto electoral, llegaran a aprobarse a tiempo.
La parte más relevante son los 59 proyectos de ley que se quedan sin aprobar. De ellos, 34 vienen de un decreto ley. Y es que, cuando el Gobierno aprueba un decreto ley, el Congreso tiene 30 días para decidir si lo mantiene vigente. Pero, una vez con luz verde, puede decidir también tramitarlo como proyecto de ley para así incluir enmiendas y modificar algunos puntos. Así, esas 34 normas en realidad no mueren: siguen en vigor, porque lo está el decreto ley original del que surgen, pero sin las modificaciones que les podría haber hecho el Congreso. Todos ellos estaban en comisiones, debatiéndose, y la gran mayoría son muy antiguos: algunos vienen de decretos ley de los primeros compases de la pandemia: los partidos de la oposición pidieron que se tramitaran como proyecto de ley pero se han ido dejando morir ahí durante meses o incluso años.
Los otros 25 proyectos de ley sí nacen de una propuesta del Gobierno y sí son normas que se quedan sin aprobar. 20 de ellas estaban debatiéndose en las comisiones, dos ya aprobadas por estas y tres en el Senado, casi al final del camino: son las que iban a regular el desperdicio alimentario, la creación de una autoridad administrativa independiente de defensa del cliente financiero y los servicios de atención a la clientela.
Proyectos de ley que se quedaron sin aprobar (excluimos los que vienen de decretos ley en vigor)
Y es que el inesperado adelanto electoral también ha provocado que algunas normas que estaban justo al borde de su aprobación y con las que sí se contaba se queden a las puertas. Es el caso también de la Ley de Familias. También la que iba a regular las enseñanzas artísticas, la del derecho de defensa o la Ley de la función pública. Todas ellas vienen de proyectos de ley que el Gobierno ha presentado este 2023. Y todas ellas estaban debatiéndose en sus respectivas comisiones.
Entre las 157 proposiciones de ley presentadas por grupos parlamentarios, comunidades o enviadas desde el Senado la gran mayoría (108) estaban, aun siendo muy antiguas y siempre según la información de la web del Congreso, pendientes de que se aprobara su toma en consideración. Una decena esperaba una respuesta del Gobierno (obligatoria para tramitar normas que afecten a presupuestos) y solo 37 sí andaban más avanzadas debatiéndose en las comisiones. Una, eso sí, había llegado al Senado: la que quería modificar el régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y los incentivos fiscales al mecenazgo, presentada por el Grupo Plural.
Del total de proyectos y proposiciones de ley en tramitación, la gran mayoría son muy antiguas: más de la mitad se presentaron antes de que arrancara 2022. Mueren con el fin de la legislatura viendo como nadie, ni siquiera muchas veces quienes las propusieron, tenía como prioridad tramitarlas, y se han quedado ahí abandonadas durante años.
Metodología
El 30 de mayo a primera hora descargamos los datos de los proyectos de ley y las proposiciones de ley de esta legislatura, en estado “en tramitación” (para ver las que no estaban cerradas y mueren con el fin de la legislatura) y “tramitadas” (para ver las que sí se aprobaron). Al revisar los datos descubrimos que la Ley de Vivienda, que sí se aprobó y llegó al BOE, estaba en la lista de “en tramitación” por un error en la web del Congreso, así que corregimos ese dato y repasamos todas las normas que estaban en los pasos finales para asegurarnos de que no hubiera errores similares. Posteriormente, la web del Congreso actualizó ese dato. La última revisión fue a las 18:30 del día 30 de mayo.
David Cabo y María Álvarez de Vayo colaboraron en este tema. Todos los datos de proyectos y proposiciones de ley en tramitación al cierre de la legislatura se pueden consultar y descargar aquí.
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