Vigilando que las ayudas lleguen a quien las necesita: el bono social
La semana pasada publicamos una investigación sobre el bono social de electricidad, destacando que poquísima gente ha accedido a esa medida y que millones de personas van a ver cómo su factura de la luz sube en octubre sin saber ni por qué; y una aplicación que ayuda a solicitarlo, un trámite que se ha convertido en una barrera para acceder a las ayudas para cientos de miles de personas.
Pero, ¿por qué nos hemos vuelto locos en Civio con el tema del bono social? La respuesta corta es que vigilar a los poderes públicos y traducir y explicar qué decisiones nos afectan también es esto, aunque a veces necesitemos otros formatos para simplificar medidas complejísimas. La respuesta larga es la que os queremos contar hoy.
Antecedentes
El 7 de octubre de 2017 apareció en el BOE el decreto que reformaba el bono social, el descuento en la factura de la luz para personas vulnerables. Ese mismo día nos pusimos a escudriñarlo a fondo para publicar los detalles en El BOE nuestro de cada día. Primero, para explicar cómo la letra pequeña escondía límites a las ayudas que no se habían anunciado en Consejo de Ministros; segundo, para explicar qué condiciones se debían cumplir para poder acceder a los descuentos. Lo hicimos porque, después de horas leyendo y releyendo el decreto, nos pareció complicado. Y pensamos que también se lo debía parecer a muchos posibles beneficiarios.
Ese mismo día, nuestro desarrollador Raúl planteó una idea: si las condiciones eran complejas de entender y de explicar, por qué no creábamos una especie de calculadora que, respondiendo a determinadas preguntas, estableciera si se tenía derecho o no al bono social. De ahí surgió una primera versión de la aplicación. Nuestra teoría entonces era que la complejidad y poca publicidad de estas ayudas iban a hacer difícil que la ciudadanía pudiera acceder a ellas. Meses después supimos que nuestras sospechas estaban fundadas -muy poca gente había presentado solicitud- y, en un encuentro para hablar de otros asuntos, surgió el tema en una conversación con miembros de la CNMC. Les gustó la calculadora y nos pusimos a trabajar para mejorarla.
El proceso
A partir de ahí, semanas de reuniones en las que analizamos las dos órdenes ministeriales a través de las que el anterior Gobierno estuvo dando tumbos sobre qué es necesario presentar y cómo, en las que surgían muchísimas dudas. Cada duda nos demostraba que era más que necesario poner en marcha un sistema para ayudar a los beneficiarios a solicitarlo de la forma más sencilla posible: ¿si nosotros tenemos dudas, que sabemos del tema y llevamos semanas analizándolo, cuántas tendrán los ciudadanos?
El objetivo de todos era simplificar al máximo el proceso y, a la vez, ser rigurosos y fiables a la hora de acompañar a los solicitantes. Le dimos muchas vueltas a cómo expresar cada cosa para que se entendiera, a huir del lenguaje administrativo y legal, pero siendo fiables. Unas semanas de trabajo muy intenso por convicción: la colaboración con la CNMC no ha implicado ni un céntimo, sí muchísimas ganas por parte de los dos equipos.
El resultado
Con la aplicación lista, llegaba algo mucho más importante: que llegara a todos los posibles beneficarios. El Gobierno, en la memoria económica de la reforma, auguraba que un 45% de quienes tienen derecho accederían al bono social. En Civio creemos que esa cifra tiene mucho de dejación de funciones y poco de ambición. Nosotros queremos ser optimistas, por una vez, y que el objetivo sea llegar a todos. Por eso, hemos puesto en marcha una campaña en medios y hemos contactado con centenares de entidades: desde oficinas municipales de información al consumidor de toda España a organizaciones de pensionistas y jubilados, de familias numerosas, personas con discapacidad, víctimas de la violencia de género y del terrorismo, colectivos que asisten a personas en extrema vulnerabilidad, que defienden los derechos de los consumidores o que trabajan contra la pobreza energética. Y lo vamos a seguir haciendo.
La respuesta ha sido excelente: en menos de una semana, cerca de 27.000 usuarios únicos ya han empleado la herramienta para comprobar si tienen derecho al bono social. Numerosas organizaciones están difundiendo la aplicación entre sus miembros, o la han insertado en su web. La cobertura en medios ha sido muy amplia y varios de ellos han insertado la aplicación para que la utilicen sus lectores. Y estamos en contacto con oficinas municipales que están interesadas utilizarla. Toda esta difusión se ha traducido en una avalancha de llamadas y correos de personas que nos están trasladando sus dudas y contando la deficiente atención que están recibiendo de sus compañías. Estamos respondiendo a todas ellas, y su testimonio directo nos ayudará a proponer y lograr cambios.
Para ello, hemos solicitado una reunión con el nuevo Ministerio para la Transición Ecológica con vistas a mejorar estas ayudas a los más desfavorecidos, para que en el futuro se simplifiquen los trámites y se modifiquen algunos requisitos para que los distintos colectivos vulnerables puedan beneficiarse con igualdad de condiciones.
¿Te gustaría colaborar?
Es muy necesario llegar a todas las personas susceptibles de beneficiarse del bono social. Pedimos tu colaboración para que nos ayudes a difundirlo y que todo el mundo se entere. Tienes la opción de compartirlo en tus propias redes sociales e incluso de insertar la aplicación en tu página web o blog, sin ningún coste.
Y si puedes dar un paso más, te ofrecemos hacerte socia o socio de Civio. Con tu contribución y las de cientos de personas más, podemos llevar esta iniciativa a mucha más gente, en especial a aquella en situación de vulnerabilidad. Revertir esta situación está en nuestra mano.
Vigilar cómo funciona lo público también significa asegurarse de que las medidas sociales que se anuncian a bombo y platillo lleguen, de verdad, a quien más lo necesita.