“La Estrategia de Salud Digital del Sistema Nacional de Salud, que se lanzó en el 2021, está dotada con más de 1.000 millones de euros en planes colaborativos entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas y ha sentado las bases para introducir tecnologías avanzadas de manera coordinada y de manera cohesionada, que creo que es muy importante”. Con estas palabras inauguraba Mónica García, ministra de Sanidad, el I Foro de Inteligencia Artificial para el Sistema de Salud, celebrado a mediados de septiembre. Sin embargo, sus buenos deseos chocan con la realidad que viven a diario los profesionales del Sistema Nacional de Salud consultados por Civio.

“Básicamente, esto es una guerra: cada uno compra el software que quiere, el que puede o el que necesita”

Antonio López Rueda, portavoz de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) y radiólogo del Hospital Universitario de Bellvitge

Aunque cada vez es mayor el número de algoritmos y sistemas de inteligencia artificial que se incorporan en la sanidad pública, su implementación está marcada por una enorme disparidad. “Hay diversidad por todo tipo, por comunidad autónoma, por hospitales, por campos, por todo. Básicamente, esto es una guerra: cada uno compra el software que quiere, el que puede o el que necesita”, dice Antonio López Rueda, portavoz de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) y radiólogo del Hospital Universitario de Bellvitge. Para Nuria Ribelles Entrena, portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncóloga del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, existe “cero” coordinación para compartir o reutilizar tecnología: “Cada comunidad va por libre”.

Una integración poco transparente y desigual

En líneas generales, la incorporación de la IA en el Sistema Nacional de Salud se está haciendo de forma bastante opaca. “Los ciudadanos deberíamos tener el derecho de poder saber qué sistemas se están integrando, cómo fueron entrenados, qué datos de entrenamiento utilizaron, cómo se han comprado o si fue algo que está desarrollando la propia administración pública”, dice la jurista Anabel K. Arias, portavoz de la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU). Sin embargo, solo dos comunidades autónomas, País Vasco y Generalitat Valenciana, cuentan con un registro público de algoritmos, incluyendo los que se aplican en salud. En opinión de Arias, la transparencia algorítmica “es relevante para poder hacer un control sobre lo que se está implementando en general en España y en la sanidad pública”.

Entre 2024 y 2025, Civio ha realizado, a través de la Ley de Transparencia, una veintena de solicitudes de acceso a la información pública a las consejerías autonómicas con competencias en sanidad o digitalización y al Ministerio de Sanidad. Dada la situación cambiante de la IA, intentamos además actualizar la información directamente con los gabinetes de prensa de cada departamento. Nuestra investigación arroja una situación tremendamente desigual: mientras la Comunidad de Madrid se acerca al centenar de proyectos basados en IA, con cada hospital actuando por cuenta propia; otras regiones, como Asturias, Galicia o la Comunidad Valenciana, han integrado un menor número de aplicaciones, en su mayoría centradas en el diagnóstico. Cataluña, por su parte, solo ha dado información parcial, amparándose en el secreto empresarial y en la protección de la propiedad intelectual e industrial.

“Si al final hay determinados hospitales o comunidades autónomas que están acelerando la incorporación de sistemas de IA en sus hospitales o servicios públicos y otros no, puede llegar a verse desde un punto de vista de la brecha digital: que algunas personas puedan tener un servicio de salud y otras, otro tipo completamente diferente”, apunta la jurista Anabel K. Arias. Aunque la IA se está integrando a velocidades distintas, parece evidente que su implementación se está acelerando a marchas forzadas. Por ejemplo, a mediados de 2024, Asturias o Castilla y León negaron contar con algoritmos, pero, unos meses más tarde, la situación era diferente pues introdujeron varios sistemas. “Es el problema del FOMO (fear of missing out), el miedo a quedarnos fuera: si no usas nada de IA, estás fuera de este mundo. Si usas algo, probablemente aparezcas en las noticias”, dice López Rueda.

En el Ministerio de Sanidad, la realidad también es bastante diferente. Dentro de este departamento, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha desarrollado varios sistemas basados en procesamiento de lenguaje natural, incluido el fallido MeqA, que daba respuestas erróneas sobre medicamentos, mientras que el trabajo en la Dirección General de Salud Digital y Sistemas de Información para el SNS se ha centrado en dos aplicaciones, una para predecir “la expansión de enfermedades transmisibles” y otra para resolver dudas a quienes se presentan a las pruebas como el MIR.

También dentro del Ministerio, el Instituto de Gestión Sanitaria (INGESA) ha incorporado, por ejemplo, tecnología de reconocimiento facial con IA para fichar a pacientes de Ceuta y Melilla. En cambio, la Organización Nacional de Transplantes no ha contratado ni desarrollado por el momento sistemas basados en inteligencia artificial, a diferencia de lo ocurrido en Reino Unido. Allí, la implementación de un algoritmo conllevó discriminación hacia pacientes jóvenes en las listas de espera para recibir un órgano.

IA sanitaria: un auge sin suficientes garantías

El mapeo de Civio no permite saber en qué especialidades está más avanzada la inteligencia artificial, porque no todas las comunidades dan el mismo nivel ni detalle en la información. Pero donde sí hay datos se observa un patrón claro: muchas aplicaciones se incorporan para analizar imágenes médicas (por ejemplo, en radiología, dermatología, anatomía patológica), como también sucede en países como Estados Unidos. “El análisis de un píxel, que es la unidad básica de la imagen, es muchísimo más sencillo que el análisis del dato, de palabras, de texto. El análisis de texto escrito es muchísimo más complejo, por eso va mucho más retrasado”, explica la oncóloga Ribelles Entrena.

“Disminuir la ingente burocracia que asumimos en las consultas y que consume la mayor parte del tiempo de que disponemos permitiría poder centrarnos de manera más directa en lo que espera de nosotros el paciente: que le miremos a los ojos en vez de estar tecleando y mirando a la pantalla”

Rosa Taberner Ferrer, dermatóloga en el Hospital Son Llàtzer de Mallorca

Otros sistemas que se están integrando con rapidez son los que permiten gestionar de forma automatizada la información clínica, por ejemplo, para transcribir automáticamente la conversación entre profesionales y pacientes o para asignar códigos a los diagnósticos en urgencias. “Uno de los principales avances que esperamos es toda la tecnología de IA que tiene que ver con el lenguaje natural, ya que disminuir la ingente burocracia que asumimos en las consultas y que consume la mayor parte del tiempo de que disponemos permitiría poder centrarnos de manera más directa en lo que espera de nosotros el paciente: que le miremos a los ojos en vez de estar tecleando y mirando a la pantalla”, dice Rosa Taberner Ferrer, dermatóloga en el Hospital Son Llàtzer de Mallorca. Y añade: “Es lo que de verdad dará un giro de 180º a nuestras consultas”.

“Estamos en unas etapas muy iniciales de lo que puede ser la IA en oncología o en cualquier otra especialidad, quitando anatomía patológica, radiología o dermatología, donde está más desarrollada”, asegura Ribelles Entrena. No obstante, incluso donde hay más avances, la limitada digitalización del sistema sanitario dificulta la implementación del software y su integración en los flujos habituales de trabajo. Por ejemplo, en radiología se utiliza el llamado sistema de almacenamiento de imágenes médicas (PACS, por sus siglas en inglés) y cualquier desarrollo de IA debe adaptarse a la plataforma concreta que se aplique. “La única comunidad que tiene un PACS es Andalucía; aquí en Cataluña no tenemos un PACS único. Por tanto, si quiero implementar un software de imagen médica, necesito implementarlo y adaptarlo a seis, siete u ocho PACS diferentes. Y cada PACS tiene su intríngulis”, explica López Rueda.

Los especialistas consultados por Civio también advierten de la necesidad de mantener una postura crítica. Los sistemas de IA sanitaria suelen clasificarse en función de su finalidad y riesgo dentro de la clase IIa del reglamento europeo sobre productos sanitarios —salvo excepciones que puedan suponer mayores riesgos para los pacientes—. Por ello, deben contar con el marcado CE para poder ser comercializados, lo que a su vez exige realizar investigaciones clínicas al respecto. No obstante, muchos de estos software no se han probado en las condiciones necesarias, es decir, no han llegado a demostrar que brinden resultados superiores y mejores a lo que se utiliza en la actualidad.

“Tenemos que ser reticentes a la hora de implementar esto en la práctica asistencial. Deberíamos exigir: uno, estudios aleatorizados que demuestren que la lectura de la máquina es superior a la del especialista y dos, que este tipo de implementaciones son costo-eficaces”, señala López Rueda. Sin embargo, la situación actual dista de ser idónea. En palabras de Josep Malvehy Guilera, director de la Unidad de Cáncer cutáneo del Hospital Clínic de Barcelona: “Hay desconocimiento por parte de los profesionales, los usuarios que van a utilizar esto. Tengo la impresión que también por parte de los responsables de la compra de estos productos, porque si no exigirían algo más”. De hecho, tanto fuera como dentro de España, la mayoría de algoritmos no se han evaluado en estudios rigurosos (de carácter prospectivo o en ensayos clínicos aleatorizados), lo que implica que faltan validaciones externas e independientes. “Hay que exigir un poco más de seriedad. Si hiciéramos lo mismo con un antibiótico, nos meterían en la cárcel”, zanja Malvehy Guilera.

Civio ha confirmado la incorporación de los algoritmos y sistemas de IA incluidos en el listado de algoritmos y citados en el artículo a través de diversas fuentes:

1) La información de Andalucía proviene de la respuesta del Servicio de Salud Andaluz (SAS) a una solicitud de información en el año 2024. En el año 2025 contactamos con el gobierno autonómico en varias ocasiones con el objetivo de conseguir información actualizada de 2025 y no obtuvimos respuesta.

2) Sobre Aragón, el Departamento de Sanidad respondió a una solicitud de transparencia en 2024 señalando que “no se tiene constancia de que se haya desarrollado o implementado ningún sistema basado en Inteligencia Artificial en el Departamento de Sanidad”. En 2025 contactamos con el gabinete de prensa para actualizar la información y nos comentaron que a lo largo de 2024 habían desarrollado dos algoritmos propios y otros de forma externa.

3) Sobre Asturias, la Dirección General de Estrategia Digital e Inteligencia Artificial respondió a una solicitud de información pública en 2024 diciendo que “actualmente no existe ningún sistema implantado en el ámbito de la salud que utilice inteligencia artificial”. En 2025 contactamos con X para actualizar la información y nos dieron un listado de algoritmos en los que estaban trabajando o que estaban ya en funcionamiento.

4) En cuanto a Baleares, en respuesta a una solicitud de transparencia en 2024, el Servicio de Salud de Illes Balears nos comunicó que no tenía ningún sistema de IA implantado al 100%. Tras una reclamación ante el Consejo de Transparencia y una resolución a favor de Civio, el Servicio señaló que “no hay ningún sistema de inteligencia artificial desplegado a través del cual se preste un servicio asistencial corporativo”. Aunque en la misma respuesta incluyó que sí que se estaban analizando varios casos de uso, que son los que se incluyen en el listado. En 2025 contactamos con comunicación del CAIB para actualizar el listado pero no respondieron a nuestros correos.

5) La información sobre las Islas Canarias proviene de la respuesta a una solicitud de información en 2024 en la que el Servicio Canario de Salud explicaba que “no existe actualmente sistemas basados en inteligencia artificial desarrollados o contratados por el Gobierno de Canarias para su implementación en el Servicio Canario de la Salud”. Aunque ampliaban la respuesta con un contrato en fase de licitación, que es el que se incluye en el listado de algoritmos. Hemos contactado de forma posterior para actualizar la lista pero no hemos obtenido respuesta.

6) En cuanto a Cantabria, en la respuesta a una solicitud de información en 2024, ya la Consejería de Salud nos facilitó el listado de cinco algoritmos que tenían “disponible” y que se incluyen en el listado. En conversaciones posteriores con la consejería para actualizar el listado, el listado de algoritmos había crecido incluyendo dos más, que también se incluyen en el listado.

7) En Castilla y León, la Consejería de Sanidad respondió en 2024 a una solicitud de acceso a la información pública “comunicando la inexistencia de la información pedida” pues en ese momento no había “ninguna implantación de sistemas basados en algoritmos de Inteligencia Artificial sustentada en una licitación oficial con fines asistenciales implantada en el ámbito de la Gerencia Regional de Salud, ni hay sistemas basados en Inteligencia Artificial desarrollados o contratados por la Junta de Castilla y León para su implementación en el Servicio público de salud de Castilla y León”. Sin embargo, en 2025, el Gabinete de Prensa indicó que había diversos sistemas basados en IA y que en todo caso eran “soluciones comerciales” disponibles en toda la sanidad pública de la región.

8) La información de Castilla-La Mancha proviene de la respuesta a una solicitud de información realizada en 2024. En ella, se incluía la información proporcionada por la Dirección General de Salud Digital del SESCAM en la que se hablaba de ocho “softwares”. En 2025, se intentó actualizar la información a través del departamento de prensa pero no nos facilitaron información sobre posibles nuevos algortimos o sistemas de IA adquiridos o en desarrollo.

9) Sobre Cataluña, la Fundación TIC Salut respondió a una solicitud de información en 2024 facilitando “la información relativa a la relación de herramientas basadas en IA que están en producción en el Sistema de Salut de Catalunya y las entidades responsables”. Sin embargo, desestimaron facilitar “la información relativa a las herramientas de IA que se encuentran en fase de desarrollo. Los intentos posteriores para actualizar el listado de herramientas vía la oficina de comunicación no fueron fructíferos.

10) Respecto a la Comunitat Valenciana, la Conselleria de Sanidad respondió a una solicitud de información pública en 2024 señalando que “a nivel de inversión no hay ninguna decisión tomada; estamos en la fase de análisis y definición de la estrategia que queremos implantar, que asegure una introducción equitativa y sin sesgos de la inteligencia artificial”. Contactados en 2025 para actualizar el listado, no obtuvimos respuesta. No obstante, esta comunidad dispone de un registro público de algortimos, de donde hemos sacado la información que se presenta en nuestro buscador.

11) En Extremadura, la Dirección General de Recursos Humanos del Servicio Extremeño de Salud (SES) contestó a nuestra solicitud en 2024 indicando la existencia de un único algoritmo, relacionado con la codificación clínica. En 2025, la Consejería de Salud y Servicios Sociales contestó, a través de su gabinete de comunicación, a las preguntas de Civio, comentando la existencia del mencionado Tucuvi, aunque sin hacer referencia al primer sistema que habían citado con anterioridad.

12) En Galicia, la Consellería de Sanidad no respondió a la petición de acceso formulada por Civio, por lo que tuvimos que reclamar ante la Comisión da transparencia, que estimó nuestra reclamación, aunque no recibimos respuesta satisfactoria. Con posterioridad, el Gabinete de Prensa del Servizo Galego de Saúde (SERGAS) contestó en 2025 a nuestras preguntas enumerando una serie de algoritmos y sistemas basados en IA actualmente implementados en la sanidad gallega. Hemos dejado fuera del buscador de este artículo las descripciones genéricas del uso de la IA en el SERGAS que se incluían en la respuesta.

13) En la Comunidad de Madrid, la Consejería de Digitalización inicialmente nos respondió en 2024 asegurando que había siete proyectos de IA incorporados en el Servicio Madrileño de Salud, una cifra que tiempo después ascendió a 70, según confirmamos a través de una solicitud de acceso a la información pública en 2025. No obstante, dentro de este listado no estaba incluido el robot Eyelib, del que sí había informado el Hospital Universitario La Paz a través en una nota de prensa y que se incluye en nuestro buscador.

14) Respecto a la información de Murcia, en una primera solicitud de información respondieron con un listado de diez algoritmos “usados” por el Servicio Murciano de Salud. De forma posterior, en el 2025, preguntados si había actualizaciones en el listado, incluyeron un algoritmo más.

15) En la Comunidad Foral de Navarra, el Departamento de Salud respondió en 2024 a una solicitud de acceso a la información pública explicando que había cuatro productos con Ia en el Servicio Navarro de Salud. En 2025, el Gabinete de Prensa nos actualizó el listado de herramientas.

16) Conforme a la información del País Vasco, Civio registró una solicitud de información a finales del 2023 que fue resuelta indicando un contrato de Osakidetza para el desarrollo, implantación y puesta en funcionamiento de algoritmos de Inteligencia artificial en imagen médica para la ayuda al diagnóstico. Hubo una petición posterior vía departamento de comunicación para actualizar el listado. Además, Osakidetza tiene un registro de algoritmos públicos con información con cada uno de los que utiliza.

17) Civio registró una solicitud de información en 2024 a La Rioja a la que respondió señalando que “la Dirección General para la Sociedad Digital no está aplicando ninguna solución de inteligencia artificial en dichos sistemas de información sanitaria, sin perjuicio que se puedan estar utilizando estas tecnologías en otros organismos sanitarios riojanos”. No obstante, en una solicitud posterior vía gabinete de prensa se amplió el número de algoritmos o sistemas de IA que estaban siendo estudiados o puestos en marcha en la comunidad, que se incluyen en el buscador de este artículo.

18) En el caso de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), Civio registró una solicitud de acceso a la información pública al Ministerio de Sanidad, que contestó en 2024 indicando la implementación de varios sistemas basados en inteligencia artificial. En 2025, en respuesta a nuestras preguntas, el Gabinete de Prensa del Ministerio de Sanidad confirmó a Civio que no había nuevos sistemas.

19) Relacionado con los sistemas del INGESA (la parte del Ministerio de Sanidad que lleva Ceuta y Melilla), el Ministerio respondió a una solicitud de información en 2024 señalando que tenían dos sistemas de IA o algoritmos.

Además de la información facilitada por los diferentes organismos, hemos utilizado la Plataforma de Contratos del Sector Público o notas de prensa oficiales para ampliar o concretar información de los sistemas o algoritmos citados en las respuestas.

El visor de algoritmos ha sido desarrollado con Svelte.

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